Miguel Santos fue el primer fichaje de Carlos Pouso en aquel verano de 2014, cuando el técnico vasco llegó a Logroño para rescatar de su peor momento de la historia, hasta entonces, a la UD Logroñés. Un jovencísimo Miguel Santos firmaba por el club riojano para ocupar el lateral derecho, donde fue ganando peso hasta aquella fatídica lesión de rodilla en Sevilla, durante la semifinal por el ascenso a Segunda ante el Sevilla Atlético tras el milagro de Villarreal.
Nueve temporadas después, Miguel Santos y Carlos Pouso se vuelven a juntar. Lo harán en el Calahorra, que no acaba de carburar en Segunda Federación. Miguel Santos regresa a su tierra de adopción después de media temporada en el Real Unión, donde ha perdido protagonismo después de que el curso pasado se desempeñara a buen nivel en un equipo, eso sí, que sufrió bastante para salvar la Primera Federación.
Miguel Santos vuelve por tanto a La Rioja, donde siempre se ha sentido muy cómodo y querido, para defender la camiseta del Calahorra, y a buen seguro, en el partido de vuelta que se jugará en La Planilla, recibirá el cariño de la afición de la UD Logroñés, que ya la temporada pasada le agradeció el desempeño que tuvo durante tantas temporadas en el club de Las Gaunas -materializando incluso aquel histórico ascenso a Segunda- y el respeto que siempre ha mostrado hacia la entidad blanquirroja.
En Calahorra, Miguel Santos se reencontrará con Carlos Pouso y Miguel Martínez de Corta, dos piezas clave para entender la evolución de la UD Logroñés.
