El astro

El Ebro ‘se crece’ a su paso por Logroño tras el “baile” de borrascas

Quien avisa no es traidor. De hecho, es avisador. Y conviene abrir bien las orejas cuando la alerta parte de un organismo como la Confederación Hidrográfica del Ebro, que este jueves advertía del riesgo de crecidas puntuales en los cauces del sistema Ibérico por precipitaciones que rondarían incluso el medio centenar de litros por metro cuadrado.

Las previsiones se cumplieron, las gotas cayeron y los cauces se vinieron arriba. El aviso especial de la CHE también significaba que -por los principios más básicos de la geofísica- lo que sucediera montaña arriba tendría su efecto abajo en el valle. Y este viernes cualquiera que se haya dado un pequeño paseo por las riberas del Ebro en Logroño se habrán percatado de que el río baja más ancho que Pancho.

Por el momento los servicios de emergencias no han dado partes de incidencias relacionadas con esta crecida puntual y las previsiones tampoco vienen cargadas de catastrofismo, pero las lluvias derivadas del “baile de borrascas” que ha marcado la semana meteorológica ha puesto a prueba cuán “inundables” son estas zonas específicas en las riberas del Ebro.

Así lucían este viernes las orillas del río a su paso por la capital riojana, más próximas a las aceras que de costumbre.

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