El Náxara ha caído frente al Melilla en la primera ronda de Copa del Rey (1-2), merced a dos goles anotados justo al principio de cada parte. Lorá ha recortado para los locales en el tiempo añadido, pero no ha servido para mucho. Ninguno de los dos equipos conocía la victoria hasta este Día de Todos los Santos, pero los norteafricanos sí han roto esa racha. Los riojanos, voluntariosos pero claramente inferiores en las áreas; tendrán que seguir buscando ese camino hacia la primera alegría del año.
Ni se había cumplido ni el primer minuto de partido cuando José Antonio González se ha inventado un disparo descomunal para los visitantes. Un zapatazo hacia la escuadra ante el que Víctor Pradas solo ha podido aplaudir. Víctor ha ocupado la portería; con Miguel Pérez, Juan García Ochoa y Loza en defensa; Álex Merino y Miguel en el mediocentro; Rojo, Parrado y Lorá por delante. Arriba, Orodea. Pese a encajar el gol, los najerinos se han repuesto rápido. Lorá ha rematado de cabeza desviado y Parrado también lo ha probado desde lejos. Por su parte, los visitantes han usado el balón parado como principal arma. No se ha notado demasiado que ambos son colistas.
En las gradas se ha vivido el fútbol más cercano. El de verdad, con gradas cercanas al campo y un escenario como La Salera. El bosque mágico, con la Resaka Blanquiazul infalile en lo alto de la montaña. Como el colegiado Pablo Monterrubio Torres se ha empeñado en tomar decisiones cuestionables, la afición pronto se lo ha reprochado. Difícil imaginar un escenario más copero que La Salera, incluso con presencia de aficionados del Melilla. Debido a los mil kilómetros y un mar de distancia, su presencia es casi milagrosa. Ellos animaban a Sidikki y los riojanos, celebraban sus fallos.
Pero en un partido que debía ser una fiesta, Orodea se ha lesionado y se ha tenido que retirar cojeando justo antes del descanso. Le ha sustituido Iván Villoslada. Justo después del contratiempo han llegado las dos más claras del Náxara, ambas en las botas de Miguel Pérez y Parrado. En el primero, Salcedo ha bloqueado el disparo. Y a la segunda, el balón se ha perdido rozando la madera. «¡Náxara, Náxara!, han retumbado las cerca de mil almas en la grada, con fe en el empate.
Cerveza, bocadillo y refrigerio y a por el segundo tiempo. Nada más arrancar, Parrado ha dispuesto de una falta desde la frontal. La ha mandado arriba y seguidamente, Dani García ha marcado el segundo para los de Juan Sabas, que han encarrilado bastante el partido. Lorá casi recorta distancias, al rematar algo forzado en el segundo palo. Insuficiente. Josean ha metido a Nika,’Viti’ y Pepe Blanco. Poco después, una mano blanquiazul ha acabado en un penalti. Pero Pradas le ha adivinado el lanzamiento a un Vinicius Tanque que acababa de entrar al campo.
Chanza de la grada hacia el ex de la UD Logroñés. Mejor ha estado Siddiki, apoyado por sus padres. Mucho viejo conocido. Pero pese al fallo de la pena máxima, no ha habido muchas más oportunidades. La más clara, la de un Aitor Lorá que ha picado mal el balón ante el portero visitante. El cuero ha salido desviado y para quitarse de problemas, un defensa la ha despejado lejos. Tampoco ha ayudado el arbitraje, muy permisivo con las acciones melillenses. Cuando todo parecía perdido, Lorá ha recortado distancias para el Náxara, tras rematar a bocajarro dentro del área. Picantito para un tiempo de añadido que no ha durado demasiado. En un suspiro y con muy pocas opciones para el 2-2, ha acabado la mañana en La Salera.
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