El Recoletas Atlético Valladolid sigue sumando, tras imponerse a un Logroño muy intenso en defensa, que impidió a los locales imponer su ritmo, pero estos supieron adaptarse a esa situación y superarse a nivel colectivo.
No salieron nada entonados ni vallisoletanos ni riojanos. El mejor ejemplo de ello, el 1-1 en el marcador a los cinco minutos del inicio, a consecuencia de los numerosos fallos acumulados en una y otra área en el plano ofensivo.
Poco acierto de cara a la portería, tanto por mérito de los porteros, César Pérez, en la del Recoletas, y Aly, en la de Logroño, como por demérito de los lanzadores, que también se toparon con los largueros.
Los dos equipos centraron sus esfuerzos en defensa, y se emplearon con contundencia, si bien eso se tradujo en una sola exclusión, la que vio Edu Calle en el minuto 23, lo que frenó, en gran medida, cualquier intento de contraataques.
Con un juego demasiado trabado, y estático, salían beneficiadas las defensas, lo que dio protagonismo a los uno contra uno, de los que obtuvieron más rédito los locales, para contrarrestar la falta de ritmo y velocidad, que suelen tener como seña de identidad.
Gracias a ello, los de David Pisonero pudieron subir la renta a los dos goles (10-8). Su homólogo en el banquillo riojano, Miguel Ángel Velasco, no esperó para detener el crono, aunque su equipo solo pudo recortar un tanto, antes del descanso (11-10).
Tras la reanudación, los vallisoletanos trataron de aumentar la intensidad de juego y, gracias a un buen juego coral, bien comandado por Alejandro Pisonero, pudieron incrementar la ventaja hasta los tres goles (20-17).
Enfrente, un BM Logroño que llevaba las jugadas al borde del pasivo, poniendo a prueba la paciencia de la defensa azulona, pero el Recoletas supo hacer valer sus armas, y los jóvenes reclamaron su cuota de protagonismo.
La renta alcanzo los cuatro goles (23-19). Velasco buscó recuperar el terreno perdido con siete jugadores de campo. Y Uríos y Zaja encontraron los espacios para dejar la ventaja rival en dos (27-25), a falta de dos minutos.
Pero el Recoletas volvió a sacar a relucir su madurez para aguantar el tipo y sumar la quinta victoria de la temporada. Y eso, sin juego de continuidad y con escasa actividad desde el pivote. La férrea defensa de los últimos minutos fue determinante para amarrar los puntos en casa.
Ficha técnica:
29- Recoletas Atlético Valladolid (11+18): César Pérez (Lamariano, ps), Freitas (5), Pedro Martínez (-), Rosell (-), D’Antino (3p), Miguel Camino (1), De Toledo (5), Lima (3), Álvaro Martínez (2), Edu Calle (-), Alejandro Pisonero (4), Herrero (3), Dimitrioski (2), Miguel Martínez (1), Dimitrievski (-).
25- BM Logroño La Rioja (10+15): Aly (Palasics, ps), Zaja (3), Tua (1), Uríos (3), David Cadarso (4,2p), Palomino (4), Edu Cadarso (5), Ponciano (2), El Korchi (3), Preciado (-), Soler (-).
Parciales cada cinco minutos: 1-1, 3-4, 5-5, 7-7, 8-8, 11-10 -descanso-; 13-12, 16-15, 19-17, 21-19, 25-22, 29-25 -final-.
Árbitros: Raúl Oyarzun Aylagas y Aritz Zaragüeta Ruiz (Federación navarra). Excluyeron dos minutos a Edu Calle (m.23), De Toledo (m.44), del Recoletas Valladolid, y a Edu Cadarso (m.44), del BM Logroño.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la séptima jornada de la Liga Plenitude Asobal, disputado en el polideportivo Huerta del Rey, ante 1.463 espectadores.
