La UD Logroñés ha cogido un poco de aire. En la octava semana de competición ha podido descansar para volver a la actividad, constante tras un primer tramo de temporada realmente exigente por los retos afrontados. Las cifras evidencian esta situación. Comenzó los entrenamientos de pretemporada el pasado 24 de julio. El primer amistoso lo disputó en Varea el pasado martes 1 de agosto. Desde entonces, hasta el pasado fin de semana 15 de octubre, esta plantilla ha tenido que afrontar veinte encuentros. Siete han sido de carácter amistoso, típicos de pretemporada, y trece, incluido el de la Mutilvera, citas oficiales entre Copa Federación (seis eliminatorias) y liga (siete jornadas). Así, en 83 días, la UD Logroñés ha jugado veinte partidos. Un encuentro cada cuatro días.
Todo estaba perfectamente controlado hasta la llegada de la Copa Federación. Tarazona, Berceo, Osasuna Promesas, Cultural, La Calzada, Real Unión y un último partido con dos onces de la primera plantilla fueron los amistosos veraniegos que se cerraron un viernes 25 de agosto, aquel fue el último fin de semana libre para esta plantilla.
Tras siete encuentros de preparación comenzó lo importante. Y todo cambió tras la primera victoria oficial de la temporada, ante el Alfaro, en Las Gaunas, con motivo de la primera ronda de la Copa Federación riojana. Fue el pasado 30 de agosto. El primero de los trece partidos que iba a jugar en solo 42 días. De nuevo, un partido oficial cada cuatro días. Máxima exigencia para una plantilla que se marcó -y ha cumplido- el reto de clasificarse para la Copa del Rey.
Desde entonces se ha acostumbrado a jugar todos los fines de semana y prácticamente todos los miércoles de este inicio de temporada. Esta semana ha cambiado esta rutina. El equipo ha podido descansar. La última vez que lo pudo hacer fue la semana previa a la visita a Sarriguren para enfrentarse al Valle de Egüés. Tras esa cita volvieron los miércoles de fútbol.
Como va a suceder de nuevo tras este leve parón en cuanto a partidos oficiales. El equipo volverá a situarse en la riada competitiva, con partidos todos los fines de semana y también, seguro y al menos, los dos próximos miércoles. Jugará este sábado en Pamplona, el miércoles 25 de octubre a las 20:30 horas se medirá al Badalona en las semifinales de la Copa Federación. Volverá a Las Gaunas el domingo siguiente para jugar contra el Arenas, y ya sabrá entonces a qué hora y qué día jugará la primera ronda de la Copa del Rey ante el Valencia, que será el miércoles 31 de octubre o el 1 ó 2 de noviembre. Tras esta fiesta copera, el equipo deberá competir al máximo en Lasesarre ante el Barakaldo.
Tras ello, en principio, volverá a reducir esta elevada exigencia deportiva, la de jugar cada cuatro días. En caso de acceder a la final de la Copa Federación, ésta se disputaría el 22 de noviembre, mientras que la segunda ronda de la Copa del Rey (en el improbable caso de ganar al Valencia) se disputaría el 5, 6 ó 7 de diciembre.
