La Rioja

El Vaticano releva a la defensa del pederasta del ‘Caso Gaztelueta’

La Santa Sede ha ordenado la destitución de los abogados defensores de José María Martínez Sanz, el numerario del Opus Dei condenado por abusar de Juan Cuatrecasas en el colegio Gaztelueta de Leioa (Vizcaya) entre 2009 y 2011. El Vaticano ha rechazado todas las peticiones de Martínez en el proceso canónico que hace algo menos de un año ordenó reabrir el propio papa Francisco para esclarecer los abusos sexuales del numerario.

Así lo adelanta una información de El Correo, en la que se indica que la resolución vaticana está dirigida a la prelatura del Opus Dei y en ella se detalla que los abogados del pederasta carecen de “capacidad” de representación al no haber acreditado su titulación en Derecho Canónico, además de carecer de experiencia forense.

Por ello, la Iglesia da al numerario treinta días para elegir abogado defensor o, de lo contrario, se le asignará uno de oficio para representarle en el proceso canónico.

La Santa Sede considera “inadmisible” la petición del acusado para declarar nulo el procedimiento reabierto por el papa, ya que el pontífice “nunca puede ser recusado, ya que goza de la potestad ordinaria, suprema, plena, inmediata y universal sobre la Iglesia, sobre la cual puede ejercer libremente”.

Una investigación “trampa”

Cabe recordar que la Audiencia de Vizcaya condenó en 2018 al profesor a once años de prisión, al considerar probado que durante dos cursos citaba al niño en su despacho para celebrar preceptorías -habituales en ese centro para analizar la evolución académica, personal y espiritual del alumnado- y que, durante ellas, abusaba sexualmente del menor, a cuyo relato otorgó total credibilidad.

Según la sentencia condenatoria, el profesor propició además un clima en el colegio para que el joven fuera víctima de ‘bullying’ por parte de sus compañeros.

Posteriormente, el Supremo confirmó la condena por abusos sexuales continuados al menor y por coacciones, si bien rebajó la pena hasta dos años, el límite legal establecido para no entrar en prisión, al no considerar probados algunos de episodios relatados por la víctima.

El pederasta llevó el asunto hasta la última vía judicial, el Tribunal Constitucional, que en febrero del pasado año rechazó su recurso de amparo.

Resuelta la vía civil, la Iglesia cerró en falso la investigación canónica en el año 2015 y la propia víctima de los abusos remitió una carta al papa Francisco para solicitarle la reapertura del caso. Una petición que fue tomada en consideración por el pontífice, que además de retomar el procedimiento pidió disculpas a Cuatrecasas por los “errores”.

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