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La cuenta atrás del Clavijo para lograr un ascenso económico y deportivo

El plazo que se han dado es de 48 horas. Por delante un largo fin de semana. El primero de julio. Sábado y domingo. Porque el lunes se reunirá la junta directiva del CB Clavijo para tomar una importante decisión. La renuncia del Prat a ascender a LEB Oro por razones económicas sitúa a la entidad riojana, que perdió la final por el ascenso ante los catalanes, a una decisión de jugar en la segunda división del basket nacional la temporada que viene. Podría resultar una decisión sencilla. Decir “sí” al ascenso, pero nada es tan fácil como puede parecer a simple vista.

Si el Prat ha dicho “no” al ascenso pese habérselo ganado en la cancha será por algo. Y es que en esto del baloncesto una cosa es ascender deportivamente y otra lograrlo económicamente. Y es en esta frontera en la que ahora mismo se encuentra el Clavijo. Se ha ganado el derecho a poder decidir, que no es poca cosa, tras una gran temporada. Pero ahora se ha dado un plazo de 48 horas, este sábado y este domingo, para saber si los números cuadran.

Dos días para levantar el teléfono. Para ver si alguna entidad privada se anima a incrementar de forma decidida e importante su apuesta por el baloncesto y que un equipo riojano se sitúe de nuevo un escalón por debajo de la ACB. En el club saben que para estar en LEB Oro el curso que viene hay que al menos duplicar el presupuesto actual, rondar entre los 800.000 y un millón de euros.

Un fin de semana por delante para descolgar el teléfono y saber si el equipo de Gonzalo Capellán, presidente del Gobierno de La Rioja, y Conrado Escobar, alcalde de Logroño, mantienen o no el criterio establecido por los gestores de lo público en las últimas legislaturas, donde estas dos instituciones se han presentado como principales ‘mecenas’ de los deportes, tal y como califican, “minoritarios” (categoría en la que se incluye también al baloncesto pese a ser uno de los deportes con más licencias federativas de La Rioja). 48 horas para saber qué criterio van a seguir los recién llegados al Palacete y al Ayuntamiento, aunque de momento no se conocen los nombres de los responsables de las principales Consejerías que conformarán el Gobierno de La Rioja, entre ellas la de Deportes, con una Dirección General.

El Prat no ha contado con los apoyos suficientes, y ahora es el Clavijo el que coloca la pelota sobre el tejado de las empresas y administraciones públicas riojanas para ver si logra incrementar su presupuesto y no comete los miemos errores del pasado, esos que situaron al club de baloncesto de La Rioja en una situación económica precaria de la que ha ido saliendo en las últimas temporadas gracias a haberse apretado el cinturón y al apoyo decidido y continuado de lo público, dado que la presencia de aficionados en las gradas era escasa, salvo en la recta final del pasado playoff.

A la espera de saber qué respuesta recibe el club por parte del Gobierno de La Rioja y del Ayuntamiento de Logroño, desde la entidad riojana, en declaraciones a la Agencia EFE, sus responsables mantienen un discurso prudente. Aseguran ver la opción del ascenso como “muy remota”, ha admitido su presidente, Juan Bernabé, que ha incidido en que “primero se tiene que materializar de verdad esa renuncia y el ofrecimiento” y luego “habría muy poco espacio de tiempo” para adoptar decisiones y buscar un presupuesto que “sería el doble” que con el que trabajan ahora mismo, cuando están “montando” un equipo de LEB Plata.

Precaución evidente observando cómo el Prat no ha logrado el apoyo económico necesario, tampoco de las administraciones públicas catalanas, para logar el ascenso económico tras un merecido ascenso deportivo. Precaución lógica cuando el Clavijo ha observado cómo esta semana el Basket Navarra se despedía de la LEB Plata ante la falta de apoyo del gobierno navarro para ayudarle a cuadrar las cuentas.

Durante las últimas legislaturas ha quedado claro el apoyo decidido del Gobierno de La Rioja de turno con los equipos masculinos que compiten en el Palacio de los Deportes, una instalación que quedaría en desuso sin la existencia del Clavijo y del Balonmano Ciudad de Logroño, que no están logrando un crecimiento social y de la empresa privada suficientes para reducir el porcentaje de ayuda pública que queda reflejado en sus balances. Demostrado queda el apoyo económico incondicional al Balonmano Ciudad de Logroño que temporada tras temporada (con Pedro Sanz, con José Ignacio Ceniceros y también con Concha Andreu) ha ido cuadrando sus presupuestos gracias al apoyo rotundo y mayoritario de lo público, siendo casi el 80 por ciento de su presupuesto de carácter público pese a ser un equipo deportivo compitiendo en una liga profesional como la Asobal, situación que no acaba de agradar a los gestores de esta competición.

Dos días para ver qué pasos da el Clavijo, y de paso, dos días para saber también qué política deportiva va a aplicar el nuevo Gobierno de La Rioja y el nuevo Ayuntamiento de Logroño en relación a las subvenciones públicas que sustentan muchos de los clubes deportivos que compiten en categorías de carácter nacional.

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