El Sereno

“Aplíquenme la eutanasia y paren de hacerme sufrir”

Ramón Carrillo, 77 años, con una arteriopatía periférica (EAOP), un índice de tobillo-brazo (ITB) del 0,57 y un riesgo cardiovascular alto íntimamente relacionada con patologías frecuentes. “Sufro hipertensión arterial, diabetes y dislipemias entre otras, que no identificadas ni tratadas de forma temprana pueden originarme graves consecuencias como la amputación”.

Así se ha presentado este lector al Sereno de NueveCuatroUno para explicarle la importancia de un diagnóstico precoz y un tratamiento acorde a cada paciente y “que en mi caso no se ha realizado y, para más ‘inri’ la denuncia a la Justicia ha sido tirada a la basura”.

Además, Ramón sufre EPOC, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, los que le obstruye la circulación del aire y genera problemas relacionados con la respiración. “Entre estas enfermedades sufro de enfisema, bronquitis crónica y, asma. La EPOC es una enfermedad caracterizada por una obstrucción de los bronquios no reversible que en mi caso, es más severo, puede estar asociada a una destrucción del pulmón, y cuyo aviso me ha llegado con los valores de FEV1 del 32 por ciento”

Según la Iniciativa Global para la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, “mi pronóstico es grave y, como en el caso anterior, la denuncia ha vuelto a ser esquivada”.

Ramón solo pide justicia y “que me dejen morir en paz y dignamente. Aplíquenme la eutanasia y paren de hacerme sufrir”.

“La eutanasia es respeto a la libertad, no compasión”

Sin que se hayan publicado todavía cifra oficiales, la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) estima que hasta el pasado diciembre se han realizado cerca de 370 eutanasias. En 2022, primer año completo con la prestación efectiva, la eutanasia supuso menos del 0,07 por ciento del total de fallecimientos registrados en España.

Con años de activismo a sus espaldas, el presidente de la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), Javier Velasco, se mantiene expectante ante las próximas elecciones generales y defiende con contundencia la Ley de Eutanasia, que este domingo cumple dos años: “La eutanasia es respeto a la libertad, no compasión”.

“Sabemos que siempre será una opción minoritaria, pero está muy por debajo de lo previsto”. Ante la falta de datos de calidad, DMD no tiene explicación para las tasas tan dispares entre territorios, con cifras mucho más elevadas en Navarra, Cataluña, la Rioja y País Vasco y menores en Murcia, Galicia y Extremadura.

Según la ley, pueden solicitar la prestación las personas con un padecimiento grave, crónico e imposibilitante, o una enfermedad grave e incurable que cause un sufrimiento físico o psíquico intolerable.

En este contexto, Velasco subraya la importancia del testamento vital y de dejar claro en él, si así se desea, las circunstancias en las que se quiere la eutanasia. Solo así los familiares de personas con alzheimer o demencia avanzada, por ejemplo, podrán solicitar la prestación.

Velasco no oculta el drama de pacientes a los que se deniega la prestación porque “no sufren lo suficiente”, un factor que deben analizar los médicos y en el que inevitablemente hay una valoración subjetiva en la que puede influir el talante o los valores del facultativo.

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