Carlos Lasheras ha tomado el mando. Ya reconoció durante su rueda de prensa de presentación que había hablado con Félix Revuelta, y que “sí, tengo plena libertad”. Para hacer lo que considere oportuno con el primer equipo. Es su responsabilidad, devolver al equipo al lugar que le corresponde. Y desde “la humildad” que pregona a los cuatro vientos hacer la mejor plantilla posible para competir en Segunda Federación. Y ha empezado el trabajo por los cimientos. Primero, el entrenador deseado, Diego Martínez, que conoce la categoría, que conoce la región y la ciudad, que conoce el entorno… el candidato ideal para ayudar a reflotar la nave.
Y el segundo movimiento lo puso en marcha la semana pasada, justo el día que se presentó a Diego Martínez como entrenador de la primera plantilla. Entonces, ambos, casi al unísono, le abrieron las puertas a Iñaki, el capitán del equipo que acababa contrato este próximo 30 de junio. Le tendieron la mano, no como durante el pasado verano, y le mostraron claramente que contaban con él para este nuevo proyecto. Iñaki, sin duda, escuchó esa intervención, y la renovación del capitán, del jugador con más partidos en la historia de este club, se puso en marcha.
«Con Carlos (por Lasheras) tengo una confianza especial, porque sí es cierto que me dio la oportunidad de volver al club cuando estaba sin equipo, en esta segunda etapa”. Recuerdo el capitán en declaraciones facilitadas por la UD Logroñés, que el director deportivo vasco fue quien tuvo claro que volviera a Logroño a tiempo de ayudar en el ascenso. Iñaki esperó sin equipo a que se abriera el mercado de fichajes de aquel invierno de 2019. Ahora volverá a trabajar juntos, con la idea de repetir todo aquello. “Conmigo Iñaki completó sus mejores tres temporadas”, recordó la semana pasada Lasheras.
Carlos, Iñaki… y Diego, el entrenador. Que también dejó claro que la presencia del capitán una temporada más era necesaria. Iñaki también reconoce la importancia de este gesto por parte del nuevo entrenador, que llega a Logroño, pese al descenso: “Creo que es significativo que tanto él (por Carlos) como Diego hayan querido estar en el club por encima de otros clubes y otras decisiones y creo que es un mensaje para todos, que es gente que quiere estar en el Logroñés y quiere hacer su camino de la mano del Logroñés y eso es lo más importante para todos». Iñaki lanza un mensaje, alto y claro, para quien quiera escucharlo. «Lo único que les pido es que confíen en nosotros, que confíen en el trabajo que están haciendo ahora mismo tanto Carlos como Diego. Y que se ha demostrado que cuando hemos ido todos juntos hemos hecho cosas bonitas. Son vitales para recuperar la posición que el club se merece», ha explicado Iñaki, tras confirmar su continuidad en la entidad riojana.
Diez temporadas
Iñaki pidió seguir. No marcharse del club de su vida con tan mal sabor de boca. Y la llegada de Lasheras y Diego Martínez ha posibilitado su continuidad. «Siempre he dicho que el Logroñés tiene que optar a lo máximo. Y después de una temporada mala, yo también me veo en la obligación de poner mi grano de arena y de intentar que el club esté lo más alto posible. Estoy muy contento de poder ir de la mano de la entidad una temporada más y espero que consigamos un año bonito», ha asegurado. Serán así “diez años juntos y la ilusión del primer día. Seguro que este año es un gran año y devolvemos al club del sitio del que no debió irse. ¡Aúpa Logroñés!».
El capitán ha echado la mirada hacia atrás y “es bonito ver todo el camino que hemos recorrido juntos y espero tener bonitos recuerdos de lo que viene», así espera sacarse el mal sabor de boca de la temporada ya pasada. El club y él jugarán en Segunda Federación. «Para mí, defender al Logroñés es una de las cosas más bonitas que hay y estoy muy orgulloso de ello. Está claro que nos va a tocar trabajar mucho y somos conocedores también de que el club tiene que estar arriba desde el primer momento». Con la renovación de Iñaki comienza la construcción de una plantilla competitiva, aunque se sigue sin resolver la continuidad o no de Gonzalo Crettaz, Ricardo Schutte y Carlos Doncel.
