Elecciones 28M

Calahorra elige alcaldesa entre Elisa Garrido y Mónica Arceiz

Después de cuatro años de un gobierno en coalición Pde SOE e IU, las elecciones en Calahorra decidirán si es Elisa Garrido quien sigue al frente del Consistorio o es la popular Mónica Arceiz la que, después de cuatro años en la oposición, vuelve a gobierno municipal, en esta ocasión como alcaldesa.

Con una diferencia de casi 1.500 votos en 2019 entre socialistas y populares (de los 11.383 votos contabilizados), una de las incógnitas para los calagurritanos pasa por saber qué sucederá con los 1.726 votos que recibió Ciudadanos en los últimos comicios. Esa, la dispersión del voto hacia la derecha y la posible movilización de la habitual abstención en la ciudad (supera en las últimas décadas el 30 por ciento) son las claves de las elecciones municipales en la ciudad de los Mártires.

El descalabro de los naranjas en el ámbito nacional hace sospechar que será muy complicado que refrenden los resultados de hace cuatro años e incluso que puedan tener representación municipal. A dónde vayan a parar sus votos será clave para que Arceiz consiga reducir los cuatro concejales que la separan de Garrido o no. Con un amplio abanico de propuestas (ocho partidos concurren a las elecciones calagurritanas) también habrá que tener en cuenta los votos que se ‘pierden’ en candidaturas que no lleguen a los 500 votos (más o menos el límite para conseguir un concejal).

Después de 24 años de gobiernos populares (19 años con Javier Pagola como alcalde de la ciudad y cinco con Luis Martínez Portillo), y después de mayorías absolutas que llegaron a los 12 concejales, el PP comenzó en las elecciones de 2015 a perder apoyo ciudadano. Tres concejales menos en una legislatura y otros tres después de gobernar con Ciudadanos hicieron que se quedase con los seis únicos representantes que tiene en la actualidad, de los 21 que conforman el Pleno calagurritano.

En las elecciones de 2019, el PSOE consiguió hacer historia con un vuelco electoral y una minoría simple que completó con el apoyo de Izquierda Unida. Así a finales del verano pasado, Luis Martínez Portillo decidía dejar su puesto y Mónica Arceiz se confirmaba como portavoz municipal y más tarde se presentaba como candidata con el objetivo de que el PP vuelva a hacerse con la alcaldía.

Garrido, que en la actualidad cuenta con un total de diez concejales (a uno de la mayoría absoluta), tiene entre sus principales bazas para la próxima legislatura el «desarrollo del Centro Nacional de Tecnologías del Envase, la Estación Intermodal, el Centro de Formación Profesional Integrado o el nuevo Centro de Día para personas mayores, la creación de un nuevo juzgado o la ampliación tanto del centro de salud como del Hospital de Calahorra». Actuaciones en las que ya se ha comenzado a trabajar a lo largo de esta primera legislatura de los socialistas.

Mientras, Mónica Arceiz pretende que el Partido Popular retome la Alcaldía con «un plan para revitalizar la economía, tanto de empresas como de familias».  Para Arceiz, «en un momento de crisis, necesitamos más que nunca empleo, bajar impuestos, reducir burocracia y ofrecer ayudas al emprendimiento». Así, asegura que «el dinero debe estar en el bolsillo de los ciudadanos, sólo así podemos hacer que Calahorra prospere».

Garrido explica que «sólo el voto al PSOE es la única garantía para el desarrollo de los proyectos transformadores de la ciudad y también la buena gestión de los fondos europeos y de toda la planificación estratégica realizada durante estos cuatro años». La actual alcaldesa de Calahorra asegura que «la ciudad tiene que seguir avanzando y no nos podemos permitir el lujo de retroceder en cuestiones tan importantes como el urbanismo, la industria, el patrimonio, el ocio o la creación de más y mejores servicios públicos».

Por otro lado, Mónica Arceiz, está convencida de que «el futuro de Calahorra tiene que estar en manos de un equipo comprometido, con experiencia y ganas».  Para la candidata popular, la ciudad no puede permitirse «otros cuatro años más de letargo».  Y es que su teoría es que «tenemos que cambiar las promesas incumplidas por proyectos reales para que Calahorra sea de nuevo el mejor lugar para vivir».

Uno de los temas recurrentes en la campaña ha sido el ocio nocturno. Mientras los socialistas tienen como aval conseguir que Holika haya convertido a la ciudad en un referente de los festivales juveniles, los populares han apostado por una campaña en la que su apoyo a los bares de ocio nocturno (que manifiestan desacuerdos con el consistorio por problemas con la normativa de ruidos aprobada hace más de una década) ha sido más que evidente.

Más allá de las dos alcaldables, otros seis partidos se presentan para intentar tener representación en el consistorio calagurritano. Izquierda Unida intentará mantener o incluso ampliar su representación municipal. Óscar Moreno espera consolidar su apoyo después demostrar su capacidad de acuerdo (primero fuera del gobierno y después dentro de él) con los socialistas.

Por su parte Maite Arnedo también comenzó la campaña segura de que ampliar a dos su representación municipal era posible. Hay que recordar que ella ha sido la única representante institucional de Vox en La Rioja en la legislatura que está a punto de terminar. Parece presumible que mantener el concejal es más que viable. De conseguir el segundo, todo parece apuntar que sería a costa del Partido Popular.

David Miranda es la nueva cara de Ciudadanos en Calahorra. Aunque el calagurritano ha tenido presencia en los últimos meses (tras la dimisión del también calagurritano Pablo Baena) en el Parlamento Riojano, su cara no es excesivamente reconocible en la ciudad. Eso sumado a la tendencia nacional y las encuestas regionales hacen intuir que los naranjas perderán buena parte de sus votos. Así, de tener tres concejales es probable que pueda llegar a no tener representación municipal.

Más conocida es la cara del candidato a la alcaldía por Vinea; Iván Herrero lideró hace cuatro años la campaña de Vox poco antes de que el partido a nivel local implosionase con 19 dimisiones en pocos días. Menos conocidos son los candidatos de la coalición formada por el PR+ y España Vaciada y Por La Rioja. El primero es el arnedano Carlos de la Riva y la segunda Lorena Jiménez, que días antes de presentarse como candidata de los de Alberto Bretón estaba en las fotos de presentación de Vinea.

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