Ha llegado el día. Este sábado, Javier Zabala saltará al frontón Labrit de Pamplona para darse el gustazo de competir de nuevo en una final. Se apunta a ese viejo dogma de que las finales no se juegan, se adhiere a lo de que las finales se ganan, como hiciera la temporada pasada en este mismo torneo, en el que pretende revalidar la txapela acompañado por Oier Etxeberria.
El chico de la eterna sonrisa, el que le quita hierro al asunto, el que juega a la pelota porque lo viene haciendo desde niño y se sigue divirtiendo, como entonces, el que no parece sentir la presión… se pondrá los tacos en el Labrit navarro con el cosquilleo habitual en el estómago previo a la competición. Entonces perderá su sonrisa y se le marcarán en el rostro los ojos de depredador. Porque las finales no se juegan, solo se ganan y se pasa a la historia, o se pierden. Lo que pretende este sábado a partir de las 17:15 horas es ganar su apuesta de esta temporada, revalidar este título.
Porque en octubre decidió parar. Tras la Feria de San Mateo, la de casa, la que quiere jugar a toda costa porque es su torneo. Es donde juega para los suyos, también para su cuadrilla que celebra las fiestas de la vendimia en el torneo y nada mejor que hacerlo viendo a su amigo en el frontón. Y se le pusieron las manos a reventar. Mal de manos. Tuvo que parar. Se le cambió el gesto lejos del frontón, trabajando donde no les gusta a los pelotaris; solo en el gimnasio y tocando la pelota solo con una sola mano. Pero había que parar, y paró. Así es el oficio.
Foto: Twitter ASPE
Y se puso un objetivo en su calendario. Estar en el Torneo de Parejas de Promoción. Donde le pusieron a Gaskue de compañero. Con él ha ido creciendo en el torneo hasta presentarse en esta final. Las manos están bien, el juego es el adecuado, y el foco está fijado en un único objetivo, el que se marcó cuando tuvo que parar por la lesión. Javier Zabala ha vuelto para ganar este campeonato y lo quiere hacer en el Labrit, donde estará su cuadrilla, donde habrá ambiente riojano en la pelota, donde se volverá a sentir protagonista para sacar de punto a la pareja rival, que es muy buena, que viene siendo la mejor, que les ha superado las dos veces que se han enfrentado en este mismo campeonato.
Pero las finales solo se ganan. Aunque Larrazabal y sobre todo Eskiroz están a un gran nivel, el actual campeón es Javier Zabala, al que le cubre las espaldas Gaskue. El de Logroño se va a divertir compitiendo, que es donde le gusta estar. Para eso se ha pegado todo un largo otoño metido en el gimnasio jugando a la pelota con una sola mano. 104,1 y 105,6 han elegido Zabala y Gaskue. Algo más ligeras las elegidas por la pareja rival, de 104,3 y 104,1. Todo está listo, para que Javier Zabala gane su apuesta de esta temporada.
