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Calahorra y SD Logroñés disputan un derbi riojano de opuestos

Foto: SD Logroñés

Solo quedan nueve jornadas para el final en Primera RFEF y los equipos riojanos afrontan una doble cita trascendental. Como viene siendo tónica, la SD Logroñés encabeza la clasificación ‘regional’, séptima con 43 puntos. En el otro extremo de la tabla se encuentran tanto la UD Logroñés como el Calahorra. Los blanquirrojos son decimoctavos, con 27 puntos y a seis de la salvación. Mientras tanto, los rojillos son penúltimos con 23, a diez de los puestos de la permanencia. Muy difícil ya para ambos.

La cita estrella será el derbi entre Calahorra y SD Logroñés (domingo 17:00, La Planilla). La situación de ambos equipos no puede ser más opuesta. Los visitantes afrontan esta cita eufóricos, después de haberse impuesto al líder Eldense (2-1), cuajando una memorable segunda mitad de fútbol, sensaciones y entregas. La realidad es contraria para los locales, que cayeron frente a la Real Sociedad B (3-0), evidenciando una extrema fragilidad en ambas áreas. Se prevé un buen ambiente en las gradas y no faltarán aficionados visitantes, ya que la Sociedad ha organizado dos autobuses para la cita, con un precio de diez euros.

El conjunto de Raúl Llona ya tiene la permanencia virtual en el bolsillo y si saca los tres puntos de Calahorra, esta podría ser ya matemática. Claro, tener encarrilado el objetivo a falta de nueve jornadas da pie a soñar. El playoff se encuentra a cinco puntos y la Copa del Rey parece más alcanzable (se clasifican los cinco primeros clasificados, sin contar los filiales). De hecho, si se acabara la competición tal y como está ahora, los blanquirrojos jugarían el torneo del KO. La situación en la enfermería es ideal: completamente vacía. No hay sancionados y todos los futbolistas están disponibles.

Foto: SD Logroñés

Mientras tanto, el bloque entrenado por Carlos Pouso tiene la salvación casi imposible. Para lograrla, debe recortar diez puntos en los veintisiete que quedan por jugarse. Una cuesta demasiado empinada. Sea como sea, deben competir y a buen seguro que lo harán. Zubieta constituyó la excepción a una línea competitiva, capaz de poner en aprieto a los rivales mucho más allá del resultado. Así se vio en Tarragona, pese a la derrota por 3-2. Ese debe ser el camino, aunque ya nada vale más que una racha de victorias para mantener la división de cara a la temporada que viene. Gustavo Quezada es baja de larga duración, no hay sancionados.

La rivalidad entre ambos clubes es reciente y comenzó en Tercera riojana, durante la temporada 2010/11. En el Grupo XVI, los primeros encuentros fueron favorables a la Sociedad, pero los blanquirrojos llevan sin ganar este derbi desde 2015. Desde 2020, estos duelos se producen en Segunda B o Primera RFEF, con un tres victorias y dos empates favorables a los rojillos. El último enfrentamiento concluyó con 0-2 en Las Gaunas, durante la primera vuelta.

Derrota igual a descenso virtual

Por otro lado, la UD Logroñés recibe al Castellón (domingo 18:00), en otra auténtica final por aferrarse a la categoría. Enfrente estará el segundo clasificado, con 49 puntos y a cuatro del ascenso directo. Dirigidos por Albert Rubé, los castellonenses han recuperado la solidez defensiva y encadenan tres partidos consecutivos con la portería a cero. Lo que les falta es puntería y no será por delanteros (Dani Romera, Raúl Sánchez, Manu Sánchez, Koné, Bilial o Kochorashvili…). Los orrelluts llevan desde el 22 de enero sin ganar a domicilio y contarán con la baja segura de Carles Salvador (ex blanquirrojo) y la duda de Cubillas.

Mientras tanto, los riojanos se reencuentran ante el equipo frente al que ascendieron a Segunda División en verano de 2020. En muy diferentes circunstancias, solo les vale la victoria. Un empate sabría a poco y una derrota, en función de cómo transcurra la jornada, podría suponer un descenso virtual hacia Segunda RFEF. El conjunto entrenado por Sergio Rodríguez lleva cuatro jornadas sin ganar y ha recuperado a Cristian, Vinicius y Gonzalo Crettaz. Sin afecciones disciplinarias, las únicas dudas son las de Iñaki y Rufo.

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