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De Logroño hasta el sol pasando por el emprendimiento

Víctor y Ander supieron antes de terminar sus estudios universitarios que su futuro iba a pasar por el emprendimiento. “Ya en los últimos años de la carrera vimos que el sector de las instalaciones fotovoltaicas estaba en auge y decidimos especializarnos en ello en los últimos cursos”. En 2019 comenzaron a comprobar cómo el sector empezaba a cambiar, especialmente en la visión de las empresas. “En esos años ya empezaba a verse un cambio de mentalidad entre las compañías. El cliente industrial estaba siendo consciente de que el ahorro energético pasaba por la instalación de placas fotovoltaicas”.

No lo dudaron y comenzaron, desde el salón de su casa, a planificar su negocio que con el paso del tiempo se ha convertido en Serym (www.serym.es). “Veíamos que había un nicho de mercado interesante y teníamos el convencimiento de que iba a ir creciendo como ha sido”. Sudor y sangre, destacan, ha sido el principal capital que estos dos riojanos han ido poniendo poco a poco en los pilares de un negocio que, a día de hoy, va viento en popa. La pandemia les sirvió para tomar impulso, ya que el ‘parón’ les sirvió para trabajar y desarrollar el proyecto de la empresa, así como para ir captando posibles clientes y así poder surgir con fuerza.

Ahora desarrollan proyectos propios y actúan como instaladores para otras empresas. El noventa por ciento de sus trabajos están enfocados a la industria del autoconsumo y sólo un diez por ciento a particulares. Entre los grandes proyectos de los últimos meses, acaban de llevar desarrollar una comunidad energética en Jaén de un megavatio. Ellos se encargan de todo: desde los estudios de consumo de las empresas que les contratan hasta la ejecución. “Es muy gratificante ver un polígono entero con placas solares que pueden autogestionar su energía”.

Los fondos europeos también han colaborado en que muchas empresas puedan acogerse a los trabajos que ellos realizan, pero “el cambio de mentalidad” ha sido lo que realmente le ha dado un empujón al sector. “Las empresas empiezan a entender que pueden ahorrar mucho dinero haciendo este tipo de inversiones”.

La subida del precio de la luz también ha tenido mucho que ver en el crecimiento de las instalaciones fotovoltaicas y en el de su propia empresa. “Pasamos de trabajar en el salón a tener una flota de vehículos y personal propio.”. Las expectativas que tenían en un principio, cuando empezaron, se han sobrepasado. “Han sido muchas horas de trabajo y desvelos, pero la motivación es tan grande que seguimos dándole duro”. Ahora, con personal propio. “Es muy nuestra y por eso contratamos a esa gente que queremos que sigan estando en la empresa”.

Empezaron los dos solos. “Nos veíamos con mucho trabajo, con las expectativas cumplidas pero un poco apartados de la sociedad”. Ahí conocieron el Centro de Orientación y Emprendimiento de La Rioja. “Fue todo un descubrimiento. Estar dentro ha supuesto empezar a tener contacto con otras personas con sus mismas inquietudes y con las mismas líneas de trabajo, aunque sea en otro tipo de sectores. Hay retroalimentación y sinergias que se terminan concretando en la posibilidad de proyectos conjuntos”.

Además, ellos ponen en valor las reuniones que realizan semanalmente. “Son muy interesantes, especialmente para los empujones que te hacen falta al principio, cuando comienzas con el emprendimiento”.

*Contenido especial para el Gobierno de La Rioja

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