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David Atiega: “China se ha cerrado al exterior de una forma nunca conocida”

El entrenador de fútbol riojano David Atiega ha pasado los últimos cuatro años en China. No ha sido un tiempo tranquilo: en Wuhan se originó la pandemia del coronavirus y quien sabe si el país puede ser escenario de un conflicto por Taiwan. Más allá de geopolítica, Atiega ha sido partícipe de una cultura muy diferente a la occidental en todos los sentidos. De vuelta a Logroño con su familia, es momento de hacer balance y repasar este capítulo de su vida.

– ¿Cómo resumiría su estancia en China durante estos cuatro años?

– Increíble. Ha sido un orgullo y un placer poder tener la oportunidad de entrenar y vivir en un continente como el asiático, de conocer su cultura, tradiciones, diversidad de ciudades y gentes que la habitan, educación, estilo de vida y por supuesto, conocer su manera de entender y de vivir el fútbol.

– ¿Cuál ha sido su mejor experiencia?

– Me quedaría con la visita al departamento de Hebei de extranjeros. Fui elegido para visitar los entresijos de las instalaciones de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2020. Fue una experiencia brutal y pudimos conocer las historias de los deportistas chinos. Vimos su proceso de entrenamiento, superación y trabajo diario para conseguir el objetivo. Representar a España y a la provincia de Hebei fue maravilloso. También pude conocer extranjeros, empresarios, corresponsales de prensa y lugares como el Ice Cube, el Estadio Nacional o la muralla china.

– Resuma sus experiencias durante todo este periodo.

– Han sido años muy intensos. Llegué a un club de Xi’an (Shaanxi Wave FC), con porteros y porteras de 5 a 14 años y colaboré con la Federación de Shannxi en las categorías U12 y U9. Acabada esta etapa, di el paso a un club profesional en Shijiazhuang (Ever Bright FC) con porteros de 14 a 19 años. Y la última experiencia y quizá la culminación; ha sido la Federación Nacional China u19, que se ha clasificado a los Juegos Asiáticos de 2023.

En el plano personal, feliz de que la familia me apoyara en todo momento. Sobre todo a mi mujer, que ha luchado y soportado la distancia. A pesar de tener un hijo y tener que hacer de papá y mamá, me ha dado mucha fuerza y apoyo. Siempre se lo agradeceré y valoraré.

– Durante su estancia en China, vivió el origen y estallido de la pandemia del coronavirus. ¿Qué lecciones le ha enseñado esta pandemia? 

– Fue un proceso difícil para todos, nos enfrentábamos a algo desconocido. En China se vive la pandemia de manera diferente, debido a las normas restrictivas del gobierno y el carácter de la gente para afrontarlo y superarlo. Esta pandemia me ha enseñado varias cosas: unidos somos más fuertes y debemos cuidar el planeta para nuestros hijos y futuras generaciones.

En mi caso, he tenido que ponerme vacunas en España o en China. Las normas de ambos países para aceptar las vacunas ha sido un proceso difícil. La única manera que tenía para moverme era aceptar eso. Tengo 5 vacunas, creo que he estado bastante protegido y por suerte en la familia no hemos tenido complicaciones. Estoy agradecido. Sé que mucha gente ha sufrido y les acompaño en ese dolor, el virus sigue en nuestras vidas, por lo que aun debemos cuidar a nuestros mayores y vulnerables. Mi vida no ha cambiado ni empeorado; pero quizá por la mentalidad asiática, siempre trato de llevar una mascarilla conmigo.

– Algo bastante específico de la China pandémica es el ‘cero COVID’… ¿Qué supone vivirlo desde dentro? 

– El gobierno siempre ha querido ‘cero COVID’ desde el primer día y el país se cerró al exterior de una manera nunca conocida. Por ejemplo, dos años y medio después, aún siguen con las cuarentenas para entrar en China. También los test masivos o cuarentenas por distritos o ciudades. Esta última etapa ha sido difícil de asimilar, tanto mentalmente como físicamente. Conocía la situación de otros países del mundo y ha sido difícil de soportar este control del gobierno chino con QR en aeropuertos, estaciones de tren, centros comerciales, restaurantes…

Además, tienes que hacer un test cada 48-72 horas. Si te mueves de ciudad, un test en las últimas 24 y al llegar a destino, mismo requerimiento de QR y test. Esto provoca una pérdida de derechos: todos los datos son controlados por cada provincia y por tanto, a nivel estatal. Ese sido uno de los motivos por los que decidí volver a Logroño, con mi familia.

Tengo una reflexión personal, creo que tienes que estar sumiso para aceptar esas normas. Muchas de ellas tenían lagunas estratégicas y pienso que ha sido más para controlar a la gente del propio país y a los extranjeros. En los últimos 20-30 años, China ha cambiado su política exterior y quizá ya no quieran mantener tanta apertura al mundo.

Hipervigilancia, régimen comunista y muy competitivo: ¿es tan duro cómo parece desde fuera?

– Has dado con la palabra correcta, hipervigilancia. Las personas que no han vivido ni conocen China no podrán entenderlo. Al final, te acostumbras a cámaras por toda la ciudad en interiores y exteriores de todas las infraestructuras. Y cómo no, medidas de seguridad en la estructura de los equipos de fútbol, instalaciones deportivas o residencias.

Esa presión es palpable diariamente para los clubes de fútbol. Tienen que seguir las normas del gobierno de la provincia y en pandemia se hizo bastante duro, tanto para jugadores como para entrenadores. De un día para otro, te decían que no podías entrenar por 1,2 o 10 días por casos de virus en el distrito donde se encuentran las instalaciones. Hasta nos encerraron dentro del Centro Olímpico y nos prohibieron entrenar. De hecho, todavía la 1ª y 2ª División sigue en burbujas y sin espectadores.

– ¿Cómo es China culturalmente? Como europeo que ha residido allí durante algún tiempo, ¿es tan grande el contraste?

– La cultura china es de las más antiguas y complejas. Son gente con costumbres muy arraigadas, para nosotros, desconocidas. A ellos no les gusta mostrar su sentimientos. Lo comprobé preguntando a entrenadores, prefieren dar la mano para saludar. Es un gesto común entre familiares, amigos o profesionalmente. Eso sí, no todo el mundo acepta ese apretón de manos y algunos saludan con la palabra. El contraste es muy grande y mantienen muchas tradiciones: festival del Año Nuevo Chino, de otoño y el festival del Dragón. También destacaría la fiesta nacional de la República Popular China. Es muy bonita de vivir en su máxima expresión, con el desfile militar.

Las bodas son totalmente diferentes a las nuestras, el novio paga a sus futuros suegros para pedir la mano a su mujer; como me ha contado mi traductor en Xi’an. En los funerales, llevan las cenizas a los templos y hacen ofrendas. Es común que las mujeres bailen al atardecer. Además, los hombres suelen hacer deporte en los parques. Mantienen su cuerpo muy activo y me quedé sorprendido por la agilidad y flexibilidad de personas mayores de 70 años.

No me puedo olvidar del té y el ruido que hacen al tomarlo. Es un placer del que disfrutan en cualquier momento, ya sea rojo, negro o blanco. Eso sí, el gusto no es el mismo.

¿Cuáles son los aspectos que más sorprenderían a un extranjero de China?

– Quizá la hipervigilancia, pero también la comida, muy diferente a la que podemos degustar en un restaurante chino en España. También sus tradiciones y por supuesto, su ritmo de vida. Después de este tiempo, he comprobado que son unas personas muy fieles, amables y simpáticas. Les cuesta abrirse un poco al extranjero, pero siempre intentan que estés lo más a gusto posible y que sientas la menor diferencia posible con tu casa. Para muchos, eres el primer extranjero que ven o con el que hablan. Eso les hace ser más reservados.

– ¿Y cómo nos ven los chinos a los españoles/riojanos?

– Creen que sabemos vivir y disfrutar la vida. En particular, no entendían por qué siempre estamos contentos y optimistas. Nos consideran muy amables, sinceros con los amigos y colaboradores para mejorar en su día a día, pero también nos ven como algo perezosos.

– Ya en La Rioja, ¿qué retos le deparan el presente y futuro?

– Lo primero, disfrutar de mi familia. He llegado con la temporada empezada en equipos profesionales y amateurs. Trataré de ponerme al día en el fútbol riojano. He estado alejado de los terrenos de juego, debido a mi paso por Cataluña durante doce años y este periodo en China. Por supuesto, seguir formándome; ya que el fútbol evoluciona constantemente. Estoy en varios proyectos con amigos de fútbol, aquí en La Rioja y Navarra. También tengo varios abiertos en China con libros de fútbol y las puertas abiertas, por si quiero volver. En parte, me gustaría retomar en algún momento esta experiencia. Pero con mi familia. Si no, sería inviable.

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