La UD Logroñés jugará la semifinal del playoff frente al Villarreal B, segundo del Grupo II, en Galicia (domingo 18:00). La sede todavía está por decidirse, entre Riazor, Balaídos o A Malata. La RFEF escogerá en función de la demanda de localidades, aunque parece casi seguro que el Deportivo de la Coruña juegue en Riazor. Esto llevaría a los riojanos a Vigo o a Ferrol. Sea como sea, ambos equipos volverán a cruzar sus caminos seis años después. Otra cosa está clara: no vale el empate al final de la prórroga. Solo vencer.
Muchas cosas han cambiado desde aquellos playoff en el año 2015-16. Con Carlos Pouso dirigiendo a la UD Logroñés, los blanquirrojos enfrentaron una primera ronda agónica. Tras el 0-0 en Las Gaunas ante 6.928 espectadores, tocó viajar a la Ciudad Deportiva. En un partido cardíaco, se obró el milagro. Iker Alegre adelantó a los visitantes, Rodri empató en el minuto 22 y a partir de ahí, fueron más de setenta minutos de defensa numantina. Avanzó el Logroñés por el valor doble de los goles como visitante y cayó en la siguiente ronda, ante el Sevilla Atlético.
Foto: UD Logroñés | La celebración de aquella gesta
Aquel 29 de mayo de 2016 fue un hito en la historia blanquirroja: la primera ronda superada de un playoff. El goce infinito de los 150 desplazados a orillas del Mediterráneo, la redención tras el ‘Huracanazo’ de la 14-15. Y por encima de todo, la sensación de que el equipo podría luchar por una Segunda que, en aquellos tiempos, parecía Ítaca. Recuerdos del fútbol de barro, en una grada acostumbrada a sufrir. Ser de los que ganan siempre es más fácil, ser de la UD Logroñés conlleva pasarlo mal. Ese es el secreto de una pasión que trasciende el balón.
Seis primaveras después, todo ha cambiado. Para empezar, la categoría (Primera RFEF, en lugar del pozo de la Segunda B). También el formato del playoff. Adiós a los partidos de ida y vuelta y a las tres rondas interminables. Ahora es más simple: ganar dos encuentros lleva a Segunda División. Eso sí, también se ha perdido esa magia de ver ciudades bullendo, estadios hasta la bandera y corteos previos. Ahora, toca recorrer media España para llegar a Galicia. Tiempos modernos, nuevas fórmulas que no conectan tanto con el aficionado. Es lo que hay.
Un rival de enjundia
Sea como sea, es tiempo para hablar en plata. Los riojanos fueron quintos, con 62 puntos. Cinco más obtuvo el Villarreal B (67), segundo de su grupo y empatado con el Albacete (67). Los mini-groguets tuvieron opciones de ascender directo durante gran parte de la temporada. Los pupilos de Miguel Álvarez ocuparon el liderato desde la jornada 2 a la 24. Tras un arranque espectacular (25 de 27), los amarillos llegaron a distanciarse en seis del segundo. Claro que una liga es muy larga y el filial no logró mantener ese nivel durante todo el año.
Los castellonenses sumaron 40 puntos en la primera vuelta, por 27 en la segunda. En esto se diferencian de la UD Logroñés, que logró 31 en cada mitad liguera. Si los riojanos llegan con dos triunfos seguidos a esta promoción, su oponente no puede decir lo mismo. De hecho, no ha logrado ni un triunfo en sus últimos tres compromisos: empates frente a Castellón (3-3) y Linense (0-0) y este fin de semana, derrota frente al Sanluqueño (2-1). Eso sí, conservó la segunda plaza, ya que el Albacete perdió ante el descendido Llagostera-Costa Brava (1-3).
Foto: Villarreal B
Más allá de su estado de forma, el conjunto entrenado por Albert Aguilá tiene por delante a un ‘coco’. Máximo anotador del Grupo II (65) y de toda la Primera RFEF. Arana (16 goles), Lozano (9) y Forés (6) son sus tres futbolistas con más tantos. Más allá de eso, se trata de uno de los mejores filiales del país y nutre continuamente a un primer equipo que fue, ni más ni menos que semifinalista de la Champions. Palabras mayores, porque en esta ronda no hay nada fácil.
En defensa, tampoco van mal servidos. 36 tantos encajados, si bien es cierto que el rendimiento ha empeorado en la recta final del campeonato. Una muestra: en las últimas cinco fechas de liga regular recibieron siete tantos. No es es su mejor momento y los blanquirrojos intentarán aprovecharlo.
En caso de pasar ronda, la final por el ascenso mediría a los riojanos frente al ganador del Racing de Ferrol (tercero del Grupo I) – Nástic (cuarto del II).
