La selección española de Luis de la Fuente peleará el próximo sábado (13:30 horas, horario peninsular) por el oro olímpico, el segundo para España tras el logrado en Barcelona’92. El conjunto que dirige el técnico riojano ha batido en la prórroga de las semifinales a la anfitriona Japón (0-1). En la batalla por el cajón más alto del podio, España se medirá a Brasil, que ha tumbado en los penaltis (1-4) a México (0-0 al final del partido).
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El partido se rigió por la dinámica habitual para el conjunto español, que impuso su habitual dominio de la posesión a la espera de madurar los ataques para llevar el peligro a la portería nipona. Por su parte, Japón amenazaba con la velocidad de sus hombres de ataque, con especial protagonismo para un joven conocido para la afición española: Take Kubo.
Tuvo ocasiones la selección olímpica para marcharse al descanso con ventaja en el marcador, con ocasiones para Oyarzabal, que disparó alto tras un buen servicio de Óscar Gil; y Rafa Mir, que a siete minutos del ecuador desaprovechó un mano a mano con Tani.
Tras el paso por vestuarios llegó la polémica del partido, al señalar el árbitro un penalti sobre Mikel Merino que el VAR corrigió al entender que fue el atacante español quien cometió falta sobre el defensor, que se adelantó para sacarle el balón y recibió una patada del mediocentro de la Real Sociedad.
Si lo del primer tiempo fue un claro dominio de España, lo del segundo acto adquiere la categoría de monólogo. Con Japón parapetado en defensa, la batalla de los pupilos de Luis de la Fuente era encontrar una grieta por la que traducir en goles su supremacía con el balón.
Pero al no llegar los goles, Luis de la Fuente intentó agitar el árbol desde el banquillo y dio entrada a Puado en el lugar de un Dani Olmo con menos lustre que de costumbre. La incorporación del atacante del Espanyol aportó movilidad en la zona de tres cuartos y el carrusel de ocasiones vaticinaba el gol que, sin duda, rompería la dinámica del duelo.
Lo tuvo en sus botas Rafa Mir, tras un mal rechace de la defensa a quince minutos de la conclusión, pero el ariete español estrelló en balón contra el cuerpo del portero local. Respondió en la siguiente jugada Japón, que tampoco había dicho su última palabra y estuvo a punto de adelantarse con un fuerte disparo de Kubo que despejó con apuros Unai Simón. En la recta final del tiempo reglamentado España sometió a su rival a un acoso y derribo tan intenso como estéril a la hora de finalizar las jugadas.
Media hora para evitar la moneda al aire
Durante la prórroga España acusó la fatiga pero siguió fiel a su patrón, buscando a la desesperada el medio de evitar la mal llamada lotería de los penaltis. Pero al contragolpe, Japón ya advirtió de lo caro que iba a vender un puesto en la final de sus Juegos Olímpicos. Maeda estuvo a punto de marcar, pero su cabezazo a un centro lateral desde la izquierda se marchó fuera de la portería defendida por Unai Simón.
Vista la falta de puntería del combinado nacional, Japón se lanzó en el ocaso de la prórroga contra la portería de Unai Simón, apurando sus opciones de finiquitar el duelo aprovechando el cansancio de España. Y cuando ya todo parecía abocado a la pena máxima, a falta de cinco minutos para el final Asensio cruzó un disparo adonde Tani no podía llegar para anotar un tanto que vale la primera medalla para el fútbol olímpico nacional en los últimos 21 años.
La cita, para grabarla en oro: el sábado, a las 13:30 horas, contra la Brasil de Dani Alves.
