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Acaba la Segunda B para los deportistas riojanos: dos ascensos, un descenso y mucha diáspora por España

Foto: CD Calahorra

La Segunda B ya es historia del fútbol español y la temporada ha concluido con sensaciones variopintas para los equipos riojanos. El Calahorra ha soñado con el ascenso a Segunda y militará en Primera RFEF (tercer nivel nacional). La misma cota ha alcanzado la SD Logroñés, en una temporada muy destacada. Mucho peor le han ido las cosas al Haro Deportivo, que ha descendido a Tercera RFEF (quinto nivel del fútbol español) y atraviesa problemas económicos muy serios, comprometiendo incluso su viabilidad. Dos cosas tienen en común los tres equipos: ninguno seguirá con el mismo entrenador y todos compitieron en el Grupo II-B.

El Haro Deportivo disputa un partido en Leioa | Foto: Haro Deportivo

Los rojillos han cumplido su objetivo con nota, al lograr el ascenso a la élite del fútbol semiprofesional. De la mano de Diego Martínez, que no seguirá como técnico, los calagurritanos se han ganado el derecho a competir junto a la UD Logroñés, la SD Logroñés y otros 37 equipos del panorama nacional. Seguirá siendo la categoría de bronce, pero más reforzada y con equipos contrastados, como el Racing de Santander o la Cultural Leonesa. Un privilegio ganado a base de contundencia defensiva, trabajo y una filosofía muy clara.

La entidad presidida por Tomás Lorente comenzó con buen pie la temporada y se clasificó como segundo en la primera fase. Fueron dieciocho jornadas de infarto donde los riojabajeños se clasificaron en segundo lugar con 34 puntos, consiguiendo el ascenso a Primera RFEF y obteniendo el derecho de luchar por las eliminatorias finales. Una liguilla de seis partidos frente al Amorebieta, la Real Sociedad B y el Bilbao Athletic. Cuando todo parecía difícil, los calagurritanos vencieron primero a los cachorros y posteriormente, a los donostiarras. Fran Rodríguez, con su gol en Zubieta, clasificó a los rojillos para el playoff a Segunda.

A los calagurritanos les tocó el Burgos en semifinales y acabaron cayendo por 1-0 en Don Benito. El frío castellano apagó el fuego rojillo, con un tanto de Juanma García desde el punto de penalti, en plena prórroga. Merecieron más los de Diego Martínez, pero no supieron embocar sus ocasiones frente a los castellanos. Así se acabó un sueño que despertó una gran ilusión en toda la comarca.

El Calahorra lucha con el Burgos en un lance del juego | Foto: CD Calahorra

Los blanquirrojos también pueden estar contentos. Venían de ascender desde Tercera División y afrontaban la campaña con el objetivo de permanecer sin apuros. En la primera fase, los pupilos dirigidos por Albert Aguilá consiguieron clasificarse en tercer lugar (29 puntos) y ascender directamente hacia la Primera RFEF. Lo hicieron superando a conjuntos como Izarra, Ebro o Tarazona. Un éxito rotundo que permitió a los logroñeses jugar la segunda fase.

Ronda extra sin opciones de llegar al playoff, pero con el privilegio de medirse a Real Sociedad B, Bilbao Athletic y Amorebieta. El equipo pudo disfrutar de encuentros de nivel y ante sus aficionados. Tras muchos meses jugando sin el apoyo de su afición, pudo recuperar el apoyo de su hinchada y poner fin así a una gran temporada, la más exitosa de la historia de la entidad. Ya se ha confirmado el relevo en el banquillo: Albert Aguilá no continúa y le sustituye Raúl Llona.

Borja Aizpún celebra un gol frente al Bilbao Athletic | Foto: SD Logroñés

No puede decir lo mismo el Haro Deportivo, inmerso en un sinfín de problemas que han acabado con su descenso a Tercera RFEF. El curso empezó torcido en El Mazo y al equipo no le ha salido nada. Con solo dos victorias en la primera fase, los de Aitor Calle se vieron obligados a jugarse la permanencia en Segunda RFEF a cara de perro. Los resultados no acompañaron y por si fuera poco, las circunstancias extradeportivas eran la orden del día. Impagos solventados, un brote de coronavirus y la expulsión del entrenador durante diez partidos complicaron todavía más la existencia al decano del fútbol riojano.

A pesar de todo, los blanquinegros intentaron poner agallas y encadenaron cinco encuentros consecutivos sin perder al inicio de la segunda fase. Sin embargo, una derrota sorprendente ante un Leioa ya descendido (2-1) enterró casi todas las opciones. Y ese descenso se hizo definitivo durante un día después, con la victoria del Izarra en el campo del Portugalete (0-1). Días duros en la capital del vino, con la no continuidad confirmada de Aitor Calle.

Una diáspora numerosa

Además de los equipos riojanos, ha habido de todo para jugadores y técnicos en la ‘diáspora’. Juan Carlos Carcedo (técnico del Ibiza) y Daniel Garrido (Real Sociedad B) han ascendido a Segunda División. Eduardo Ubis (Algeciras) y Kike Royo (Badajoz) lo rozaron. Ambos cayeron en la final: el delantero no pudo jugar la final que su equipo perdió frente a la Real Sociedad, por estar lesionado (2-1). Eso sí, Ubis ya es historia en los gaditanos por haber marcado el gol del ascenso a Primera RFEF. Mucho peor fue el desenlace para Royo, que cayó junto a su equipo en el Nuevo Vivero y ante más de 10.000 espectadores, frente al Amorebieta (0-1).

Juan Carlos Carcedo, en una rueda de prensa como técnico del Ibiza | Foto: UD Ibiza

Varios deportistas han logrado el ascenso a Primera RFEF: Nacho Martín entrenando al Tudelano, Borja Viguera marcando goles para el Real Unión, Mujaid con el Deportivo de la Coruña (el central ha sido traspasado al Genk por cerca de 2 millones de euros), Lupu con el Nástic de Tarragona o Simón Lecea y Luis Martínez de Quel, con el Betis Deportivo.

El Betis Deportivo celebra el ascenso a Primera RFEF en El Arcángel | Foto: Betis Deportivo

Y para otros, la temporada ha sido bastante más complicada. Pepe Blanco y Víctor López han descendido con el Alavés B a Tercera RFEF, mientras que Jonathan González (Osasuna B) y Álvaro Santos (algunos minutos en La Nucía) se quedarán en Segunda RFEF.

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