El BM Logroño se juega este domingo ante el Huesca en el Palacio de los Deportes (16:30) sus opciones europeas. Los locales todavía cuentan con opciones de lograr la tercera plaza y llegar así a la Liga Europea de la EHF (segunda competición continental). Con 45 puntos, los franjivinos son quintos e igualan a puntos con Granollers, que tiene los enfrentamientos particulares ganados. Terceros son los altoaragoneses (47), que marcan la frontera de los puestos europeos.
Con este panorama, los riojanos serán cuartos (con posible invitación europea), siempre que consigan vencer su último encuentro por dos tantos (30-29 ganaron los aragoneses en la primera vuelta). Más difícil tienen el tercer lugar, para el que necesitan que los vallesanos no les superen en la clasificación. Es decir, ganar el último encuentro y que los catalanes sumen menos de tres puntos. Granollers no tiene precisamente un calendario fácil: visita a Bidasoa (31 de mayo), recibe a Guadalajara (2 de junio) y acaba el curso en la cancha del Ademar de León (5 de junio).
También se podría producir un triple empate entre riojanos, vallesanos y oscenses a 47 puntos. En ese caso, todos ellos estarían empatados a 4 puntos en sus enfrentamientos particulares. Dado ese escenario, decidiría la diferencia de goles en esa liguilla entre los tres. Para quedar primero en ese “triple empate” y tercero en la clasificación de la ASOBAL, el conjunto logroñés debe ganar al Bada Huesca por seis goles o más este domingo.
Sea como sea, los pupilos de Miguel Ángel Velasco deben centrarse únicamente en su trabajo y posteriormente, mirar hacia los demás equipos. No será fácil, tras una temporada muy exigente en todos los aspectos del juego (mental, físico, pandémico…). Vamos, que el año ha sido una auténtica yincana para todo el equipo. A pesar de ello, el bloque ha demostrado resiliencia y capacidad de luchar hasta el último segundo. Eso no se negocia.
La mejor reacción, el encuentro frente a Anaitasuna. Los navarros fueron por delante durante casi el partido en La Catedral, pero los visitantes supieron darle la vuelta a la situación y mantenerse vivos en su objetivo continental. Los rostros de fatiga en Pamplona lo decían todo. La plantilla no se rinde y tras haber pasado por tantas dificultades, esperan conseguir volver a pasear su nombre por Europa.
Una temporada que se cierra con cambios en el club. A la marcha del segundo entrenador Rubén Garabaya se le unen otras siete bajas: Miguel Sánchez-Migallón, Erik Balenciaga, Rudolph Hackbarth, Oswaldo Maestro, Gabriel Ceretta, Rangel Luan y Delcio Pina. Logroño es un club de proyección, que sirve de trampolín para muchos deportistas. En este cambio de cromos continuo, todos estos hombres quieren despedirse por todo lo alto: dejando al equipo en Europa.
