La vida en noventa minutos. Así afronta el Logroñés el duelo del próximo domingo contra Las Palmas, a cuya conclusión sabrá si renueva su coqueteo con el fútbol profesional o emprende de el camino al barro que se sacudió el pasado verano. Vencer o morir, no hay más planteamientos a la vista.
Una dualidad que no esconde el vestuario blanquirrojo, aún con los músculos tensos tras su derrota en Almería. Para Pablo Bobadilla no hay rodeos que valgan. “Es el partido de nuestras vidas”, ha sentenciado el defensa riojano, que apela a la unidad de la afición para allanar el camino hacia una salvación que pasa por puntuar en Las Gaunas y esperar una combinación ganadora en los marcadores de Vallecas, Alcorcón y Anduva.
El najerino ha pasado este martes por los micrófonos de la Cadena SER en La Rioja para señalar que el próximo domingo habrá “muchos sentimientos y hay que intentar abstraerse de la importancia del partido para no estar cohibidos” contra Las Palmas. Así, apuesta por “salir a dejarse todo” para “demostrar que queremos mantener la categoría a toda costa”.
La victoria es el único pensamiento en el vestuario del Logroñés: “No hay que pensar más allá de ganar. No vale otra cosa; lo afrontamos como el último partido de nuestras vidas y ganando sabemos que tendremos muchas opciones de mantener la categoría”. “Sabemos que somos capaces, no tengo ninguna duda de que lo vamos a conseguir”, recalca el central, advirtiendo a Las Palmas de que “van a tener que sudar tinta para que no les ganemos”.
Todos unidos
Bobadilla lamenta que, finalmente, no habrá afición riojana en las gradas de Las Gaunas: “Con nuestra gente hubiéramos tenido una ayuda inmensa, pero vamos a echar el resto para dejar al equipo en Segunda y que toda la gente de Logroño y La Rioja pueda disfrutar de fútbol profesional el año que viene”.
“La gente tiene que estar con nosotros”, apela el futbolista riojano, señalando que “la afición sabe de las carencias y dificultades que tiene el equipo. No sé si habrá recibimiento, pero espero que la gente esté con nosotros porque es el partido más importante de la historia del club después del del ascenso: es ahora o nunca”.
