No es Sergio Rodríguez un técnico dado a revestir de dramatismo los encuentros que su equipo tiene por delante. Siempre deja en sus declaraciones una puerta abierta a la relativización que confiere el calendario para poder enmendar errores inmediatos. El problema es que el calendario toca a su fin y el margen de error ya es mínimo para el Logroñés.
Tanto, que el técnico riojano no esquiva ya el término “final” para referirse al partido que su equipo jugará este miércoles (19 horas) contra el Fuenlabrada en Las Gaunas. “Es evidente que nuestro futuro depende de este partido”, ha asegurado en la víspera del duelo, subrayando que por delante tiene dos objetivos y el segundo está condicionado ineludiblemente por el primero: “Sacarlo adelante y luego mirar adelante”.
A falta de 270 minutos para la expiración de la temporada, Sergio recalca que “solo nos vale ganar para mantener nuestras opciones”, ya que “la situación es delicada” y “trabajamos para que los jugadores salgan al campo con el convencimiento de que podemos salvar la categoría, pero hay que ir paso a paso y hacer lo que depende de nosotros”.
Eso sí, por aquello de que las finales no se juegan sino se ganan, el preparador logroñés apela a la “cabeza” de su plantilla, “fundamental por lo que hay en juego”. “Hay que medir bien los tiempos y saber leer el encuentro”, advierte, recalcando que “no podemos dejarnos llevar por las emociones” para mantener intactas las opciones de permanencia.
Sergio trata de poner a punto la mentalidad de sus jugadores, ya que la enfermería se encarga de descartar efectivos para la “final” contra el Fuenlabrada. Ni Iago López, ni Gorka se han recuperado a tiempo de sus problemas físicos en Butarque y está por ver si volverán a enfundarse la camiseta en las dos semanas que quedan de competición. Tampoco podrá contar Rodríguez con Ander Vitoria, también aquejado por molestias. La buena noticia es que Iñaki, sustituido en el descanso ante el Leganés, sí forma parte de la citación, aunque su participación durante los 90 minutos del partido está en el aire.
Todo ello hace que el entrenador riojano tenga que completar su lista con dos efectivos del filial: el habitual Víctor y Sergio García. Es lo que tiene el Logroñés para jugarse su existencia en 90 minutos contra un Fuenlabrada ya salvado, pero con el suficiente potencial para poner a cualquiera en aprietos jugando a medio gas.
