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Víctor y Nacho Aguirre: objetivo, el Campeonato de España de rally

El joven piloto riojano Víctor Aguirre (Entrena, 8 de septiembre del 2000) y su tío, el copiloto Nacho Aguirre (2 de noviembre de 1968) afrontan un gran reto. El chaval pinta maneras y ya tiene un palmarés respetable (Campeonato de Carcross de Navarra 2016, Campeonato de Carcross de Navarra y Castilla y León 2017, segundo en el rally de asfalto del campeonato riojano y en slalom). Lo lleva en la sangre, ya que Manolo, su padre, fue campeón regional. A sus casi 20 años, Víctor busca la oportunidad de correr el campeonato de España, gracias a la Beca U24 impulsada por la Federación Española de Automovilismo.

La iniciativa reúne a jóvenes pilotos prometedores de todo el panorama nacional, siempre con menos de 24 años. Nacho deja clara las condiciones: “Aquí no vale ser segundo, sino ganar cada año las categorías para dar el salto al Campeonato de España”. La recompensa es un premio de 30.000 euros gestionados por la Federación y billete para participar en la BkR2 con un Renault Clio Rally4. A partir de ahí, el camino a la gloria se complica: “Si ganas la beca nacional, vas al Europeo y si ganas esa categoría, al Mundial”. Una pirámide para asegurar que solamente los mejores acaben en la élite.

A expensas de posibles modificaciones debido al coronavirus, el calendario estará compuesto por cuatro pruebas, dos sobre asfalto y dos sobre tierra. El debut será en el Rally do Camiño Xacobeo (25-26 de septiembre, tierra); el Rally Princesa de Asturias (22-23 de octubre, asfalto); Rally La Nucía (7-8 de noviembre, asfalto) y Rally de Tierra de Madrid (13-14 de noviembre, tierra). Un campeonato mixto que premiará la regularidad de los pilotos.

Juventud e ilusión

El más joven de los Aguirre explica sus sensaciones: “Hemos corrido en tierra, en asfalto solo hemos hecho una carrera. Un buen piloto tiene que saber manejarse en las dos, son completamente distintas”. Sin tanta logística como otras comunidades (Galicia o Cataluña), las posibilidades para entrenar su reducen: “Se puede entrenar en circuitos cerrados (Miranda y en tierra en Mendavia), aunque la mejor forma es corriendo. A mí el tramo más bonito me parece el Rally Sprint Calahan de Préjano”.

Con respecto al vehículo, será un Dacia prácticamente de serie y precintado por la organización. En asfalto se correrá con ruedas de calle y en tierra con las buenas. La intención de la prueba es abaratar costes y buscar la máxima igualdad competitiva. “La diferencia con un coche de calle es mínima: la suspensión, el escape. Tenemos dos kit, uno para asfalto y otro para tierra. Luego sí tenemos algo de seguridad adicional (barras antivuelco, seguridad, cinturones y equipos de extinción anti-incendios automático y manual”, explica Nacho.

Para asegurar todavía más la integridad, la marca Dacia suele incluso cambiar los motores entre un participante y otro: “El motor y la centralita ya están presentados. Los informáticos pueden trucar la centralita de forma telemática incluso sin abrirla”. Por todo ello, las precauciones son máximas. El dúo Aguirre competirá frente a otros tres rivales en su categoría y ambos requerirán un punto de destreza en su conducción, ya que los vehículos pueden llegar a alcanzar los 180 kilómetros por hora.

Seguridad frente al COVID

La presencia del coronavirus también juega un punto importante y Víctor explica las diferencias con respecto a la normalidad: “Lo que están haciendo es suprimir los actos con más público: la ceremonias de salida de un rallye aplazado iba a ser en el centro de Oviedo. La zona de mecánicos también está cerrada”. Una vez quitado todo el decorado, queda la competición: “Nos centramos en correr, controlar el público y coches que entran, si se usa la mascarilla la distancia. Creo que el deporte más fácil de controlar, se distribuye el público en veinte kilómetros en cinco tramos”.

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