Si alguien pensaba que el Calahorra iba a cambiar de la noche al día, lo que está claro es que no lo iba a ver en Merkatondoa. El equipo salió con un sistema similar al de domingos anteriores y el juego no brilló. Difícil destacar con juego en el campo del Izarra, pero también es cierto que el conjunto rojillo no tiró entre los tres palos hasta el minuto 90.
Luiyi marcaba en propia puerta en el minuto 35 y el Calahorra se ponía por delante sin ningún mérito. El centro del campo no conseguía hacerse con el balón y los rechaces y segundas jugadas iban siempre para los de Estella, que fueron mejores durante gran parte del partido.
En unos minutos de desconcierto en la segunda parte, con el cambio de Alberto, lesionado, por Yasín, llegaba el empate de los navarros. Toni García marcaba en el 65 y ponía las tablas en el marcador.
Fue en los últimos minutos cuando el Calahorra tuvo sus mejores oportunidades. Primero, un penalti sobre Chaco que lanzó Jorge al palo impidiendo que el Calahorra se llevase tres puntos que no hubiesen sido merecidos. Después, un par de jugadas trenzadas más que pueden dar muestra de lo que Diego Martínez quiere para su nuevo Calahorra.
El entrenador lo aseguraba en rueda de prensa: “En cuanto a ganas y a aptitud no puedo decir nada de los jugadores, pero aunque habíamos hablado de cómo leer este partido, no hemos sabido llevarlo al campo”. El preparador riojano ha admitido que el Izarra había sido mejor en “la mayor parte del partido” y la duda radicaba en si este Calahorra es el que quiere perfilar su nuevo timonel. El entrenador sacaba a todos de dudas: “No”.
Quizás peor que el empate sean las consecuencias para el próximo partido, en el que Diego Martínez no podrá contar ni con Márquez ni con Chaco por acumulación de tarjetas. Probablemente, tampoco con Alberto. Ahora todos a pensar en el partido del próximo fin de semana que se jugará con las fiestas calagurritanas de telón de fondo el sábado a las seis y media de la tarde.
