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Los dos ‘irreductibles’ del Marino en la Copa: 800 kilómetros, un bocata y tres horas de sueño

FOTO: Eduardo del Campo.

Se ha hablado casi más de ellos que del pase de ronda de la Unión Deportiva Logroñés en la Copa del Rey. Lógico. Los aficionados blanquirrojos que acudieron este miércoles a Las Gaunas no tardaron en vislumbrar algo anómalo en la grada de General. “Oye, tío ¿qué son esas dos manchas azules?”, “Pues serán dos que han venido de Luanco”; “¿De Luaaaaanco? ¡Anda ya! Eso no puede ser”. Pues sí, oigan. Venían de Luanco.

Los irreductibles asturianos no eran otros que Jesús Rodríguez y Miguel Fernandi, aficionado marinista a la sazón que cantante de ska-punk y  locutor de los partidos del Oviedo en la radio pública asturiana, que en esta ocasión cambió la cabina por la fría grada una noche de invierno intersemanal. Y es que tienes que amar mucho el fútbol para hacer más de 800 kilómetros de viaje (ida y vuelta) para presenciar un partido de primera ronda de Copa del Rey. Si ‘Oli’ protagonizó la anécdota en lo futbolístico, esta pareja de hinchas lo hizo en lo ambiental.

“Somos de un pueblo pequeño y ha llamado mucho la atención que fuéramos dos personas de Luanco, pero en comparación es como si fueran sesenta de Logroño”, explica. Fernandi, un marinista de corazón, suele viajar con veinte o veinticinco personas a los desplazamientos de su equipo, siempre que su trabajo se lo permita. Esta vez fue muy diferente, aunque también encontraron compañía: “Fuimos cinco a Logroño; tres compañeros a las cabinas, mi amigo y yo a la grada. No disfrutamos con el partido, porque el equipo dio para lo que dio”.

A pesar de las circunstancias, acabaron encontrando compañía: “Estábamos en la grada más vacía de todas y al descanso bajaron unos niños a darnos un bocadillo de jamón que le habían dado sus padres; se lo agradecemos mucho”. Otro grupo de aficionados también quisieron inmortalizar la anécdota intercambiándose con estos bravos hinchas del norte sus bufandas, pero declinaron la invitación: “Las nuestras son de una edición que ya no está a la venta y son especiales para nosotros”. No quedaron ahí sus amistades. El recogepelotas de General también sucumbió a los encantos de los asturianos: “Comentábamos el partido; en el minuto 90 le dijimos ‘¡ojo, que si marcamos uno, cuidado!”.

La presencia de Jesús y Miguel no tardó en llenar las redes sociales de alusiones a estos dos animosos hinchas marinistas:

Fernandi ya conocía Logroño, aunque desde otra perspectiva: “He venido a radiar partidos con el Oviedo, tanto de la UD Logroñés como de la SD Logroñés”. Con esa experiencia previa, la expedición marinista salió de Luanco a las 9:30 de la mañana y volvió a casa prácticamente a las tres de la madrugada, con el agravante de que Jesús entraba hoy a trabajar a las seis de la mañana. “El equipo no está acostumbrado a estar en Segunda División B ni a jugar Copa; y nos dimos la oportunidad de viajar sin presión, de disfrutar un día y de conocer más la ciudad. Puedes llevar también tu bandera y tu bufanda, una experiencia muy guapa”, resume.

Jesús y Miguel coincidieron la expedición del equipo en el trayecto de vuelta.

En el equipaje de vuelta no solo llevaban la admiración del público blanquirrojo y la amistad de un recogepelotas. Porque al final del partido, la plantilla del Marino tuvo la consideración de agradecer el empuje de estos dos valientes hinchas.  “Vino Iván, uno de nuestros jugadores a darnos la mano”. La mayor recompensa para el largo trayecto a Asturias. Así, a falta de prórroga y penaltis, la afición de la UD Logroñés recordará el debut de su equipo en la Copa del Rey 2019-2020 como la fría noche de un miércoles en la que dos tipos llegados de Luanco se metieron en el bolsillo a todo el estadio de Las Gaunas.

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