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Daniel Mateo: un debut, dos maratones terminadas… y a los Juegos

El maratoniano Daniel Mateo (Soria, 31 de agosto de 1989) ya se ha asegurado presencia en Tokio 2020. El atleta del Añares Rioja es el primero de un club riojano clasificado para los Juegos Olímpicos del próximo verano. Para hacerlo, debía quedar entre los dieciséis mejores en el Mundial de Doha y, además, superar una mínima de 2:11:30. En su primera participación, en Rotterdam, logró destrozar el crono (2:10:53): “Fue el mejor debut en diez años”. Y semanas después, fue décimo en la prueba global (2:12:15). Dos maratones le bastaron para lograr el sueño de todo deportista. Espectacular.

“Era lo que esperábamos, pero hay que trabajar mucho para conseguirlo y que todo haya ido tan rodado es algo maravilloso, porque era una apuesta muy dura y ha salido todo muy bien”, explica. Su objetivo es claro: llegar a la cita más importante de su vida en buen estado físico: “Creo que allí, sin la presión de no tener que ganar nada como era en Doha, puedo hacer algo muy bueno. Mientras tanto, intentaré estar en forma y con salud e iré competiendo en pruebas”, explica. Un objetivo que quiere conseguir su compañero de escuadra Camilo Santiago.

FOTO: Marcelo Szwarcfiter.

Mateo era un corredor de media distancia (5.000 – 10.000 metros) que decidió dar el paso a la gran resistencia en septiembre del año pasado. No han pasado ni veinte meses y ya es olímpico: “La gente que me conoce sabe que aguanto mucho el entrenamiento. Siempre me han dicho que entrenaba mucho, creo que he hecho lo que tenía que hacer. Ahora ha sido una continuidad y el cambio no ha sido para tanto”. Unos meses de palizas físicas que han tenido resultados asombrosos.

Nacido en la misma ciudad que Abel Antón, su hazaña tiene doble mérito. Además de su rapidez en llegar a la élite, lo ha conseguido en una de las temporadas más exigentes del maratón español: “Hace años que no se veían estas marcas, es algo bueno que nos hace correr a todos; soy el más afortunado de tener plaza con la exigencia que se está dando”. El deportista cree que su disciplina va en auge y pueden volver los éxitos internacionales.

El atletismo es un deporte curioso, ya que los deportistas pueden vivir en un sitio y pertenecer a un club situado a cientos de kilómetros de distancia. Ese es su caso: “Vivo, entreno y hago mi vida en Soria. Con el CAR (Centro de Alto Rendimiento), tengo ayuda y apoyo para sobrellevar el entrenamiento diario. Es esencial e ideal”. La movilidad es frecuente en el Añares: “Llevo con el mismo entrenador ocho años y he pasado por cuatro clubes”.

Además, trabaja ya su futuro cuando se acabe el atletismo. Ha adquirido una granja y disfruta de sus dos pasiones: “Parece un contraste, pero una característica esencial del ganado y de correr es que hay que hacerlo todos los días. Parece que van en un pack pero son cosas diferentes. He decidido invertir en eso para el día de mañana”.

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