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Las nuevas tecnologías permiten ‘cocinar a ciegas’ a personas con discapacidad visual

‘Cocinar a Ciegas’ es una asociación tan activa como su creador, Ángel Palacios, y además de participar en actividades populares, como ha sido recientemente cocinar junto con su equipo mil raciones de patatas a la riojana en Arrasate-Mondragón, ha firmado un acuerdo de colaboración con el CS Centro Stirling, S. Coop.

Se trata de una unidad de I+D de un grupo de empresas líderes en el sector de los componentes y subsistemas para el hogar, que está contrastando las especificaciones básicas recogidas junto a CIDAT (Centro de Tiflotecnología e Innovación de la ONCE) para desarrollar sus nuevas gamas de encimeras que faciliten la actividad de cocinar a colectivos especialmente afectados.

Y fruto de esta colaboración, en la próxima feria internacional de Tiflotecnología, que va a tener lugar en junio de 2020 en Madrid, va a presentar varios dispositivos que faciliten a este colectivo practicar la actividad necesaria o puramente ociosa de cocinar.

Ángel Palacios

Además de haber sido el jefe de sala del restaurante La Vieja Bodega, en Casalarreina, y profesor de Cocina, Servicios y Cafetería en la Escuela de Hostelería de Santo Domingo de la Calzada, Palacios es un luchador.

La vida le dio un vuelco total cuando perdió la vista, al despertar una mañana de vacaciones, tras haber sentido leves molestias durante el paseo del día anterior.

Primero se desconectó el ojo derecho, a consecuencia de un desprendimiento de retina, y el izquierdo se fue deteriorando progresivamente hasta que se estabilizó en un resto visual del siete por ciento. El diagnóstico: miopía magna.

No obstante, esté luchador, echando mano de su experiencia, decidió proponer a la ONCE, hace ocho años y medio, la iniciativa ‘Cocinar a Ciegas’, que se dedica a enseñar a invidentes a desenvolverse entre cuchillos, sartenes y fogones.

Con ellos, Ángel Palacios comparte tanto los trucos básicos como las últimas tendencias de la gastronomía del futuro, en una cocina donde su principal ingrediente es la emoción, sin que falte nunca el buen humor.

Sus clases, muchas veces magistrales, las desarrolla en la cocina de la Obra Social de Ibercaja, merced a un acuerdo de colaboración entre la entidad cultural y la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), con la única exigencia de que los participantes estén afiliados a esta organización.

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