Fermín Sobrón (Baños de Río Tobía, 15 de noviembre de 1995) juega este domingo uno de sus encuentros más especiales de su carrera deportiva. Sobre el tapete de Las Gaunas se medirán la UD Logroñés, su equipo de formación, y el Haro, su actual equipo, con el que consiguió romper la barrera del playoff y llegar de forma brillante a la categoría de bronce. Pese a su corta edad, el bañejo ya conoce bien tanto las alegrías como los sinsabores de este deporte.
“Son muchas emociones encontradas, la UD Logroñés es el club donde me he formado, donde conseguí debutar en Segunda División B y donde jugamos dos playoff. Tengo muchas ganas de jugar, al final de todo se saca una parte positiva y para mí estar en el Logroñés fue una posibilidad de aprendizaje y además hice amigos muy buenos en el vestuario”. declara el arquero. En el aspecto social, afirma que será un partido bonito y con buen tiempo: “Puede ser una fiesta para el fútbol riojano y esperemos que todos podamos disfrutar del partido”.
El guardameta llegó en 2015 al club de Las Gaunas y permaneció tres temporadas. No pudo jugar demasiados minutos, ya que la figura del gran capitán Miguel Martínez de Corta eclipsó a este joven valor que aprovechó ese tiempo para progresar. En total, disputó seis encuentros en Segunda B y otros cinco coperos. Para la memoria colectiva de la hinchada blanquirroja quedará su penalti decisivo ante el Unión Adarve (segunda ronda, Copa del Rey 17/18), que dio el pase al cuadro riojano hacia la tercera fase (infausta Formentera).
En verano de 2018 decidió fichar por el Haro Deportivo. En esos momentos, un equipo puntero de Tercera División que no conseguía pasar la fase de ascenso, a pesar de que era un fijo en ella: “Para mí bajar una categoría supuso un paso un poco duro, porque esperaba encontrar un equipo de Segunda B. Al final me salió el Haro, un equipo que quería ascender y se dieron todos los ingredientes para ello”.
Y es que pocas veces se tiene la oportunidad de subir frente a un histórico como el Zamora, con la ida en el Ruta de la Plata y la vuelta en un Mazo donde no cabía un alma. Casi 5.000 aficionados poblaron las gradas y todo acabó en una gran fiesta: “Cuando termina el partido, ves que has ascendido y que has cumplido el trabajo por el que has luchado toda la temporada, no te lo puedes casi ni creer”.
Con el arranque de la temporada, la ilusión se mantiene en La Rioja Alta, con más de mil abonados. El inicio fue duro (derrota 1-4 ante el Bilbao Athletic), y Sobrón es consciente de que no va a ser fácil. “Fue demasiado castigo, hicimos una buena primera parte y no nos crearon peligro. Estábamos vivos al descanso, pero esta categoría es muy exigente y necesitas estar los 90 minutos metido. Si dejas de estar diez minutos bien, como pasó el otro día, te meten dos goles y no puedes hacer nada”.
El arquero no piensa en otra cosa que en la permanencia, ya que es un año complicado y con un inicio difícil: “Empezamos con tres rivales muy duros; el Athletic B el pasado domingo, la UD Logroñés la próxima jornada y luego el Burgos, equipos de arriba”. También se deshace en elogios hacia el cuadro de la capital, afirmando que es un equipo ideado para el ascenso: “Si no es este año, será el que viene”.
A nivel personal, desea sumar minutos y jugar partidos, fallar para mejorar y salir de su zona de confort. Un progreso paralelo al del fútbol regional: “Nos tenían por una liga muy floja y decían que siempre perdíamos al final y éramos los más débiles. Sin embargo, llevamos dos ascensos seguidos contra grandes equipos que prácticamente veían su éxito asegurado (Levante B y Zamora). Dimos la campanada y ahora estamos tres en Segunda B, ojalá podamos estar más y también que haya pronto un equipo en Segunda”.
