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Honorio García, un árbitro diferente: “Esto no es como el fútbol”

La vida de los árbitros no es fácil. Acostumbrados siempre a estar en el ojo del huracán en la mayoría de deportes, muchos optan por esconderse y vivir en una burbuja. Sin embargo, en el pádel es totalmente diferente. El juez de silla es una persona respetada y con buena relación con los jugadores y el público. Los insultos y reproches hacia su persona son raros o directamente inexistentes. Ojalá que en todas las competiciones se siguiera esta tónica.

Honorio García lleva diecinueve años ejerciendo de colegiado. Sonriente, se muestra encantado de hablar con NueveCuatroUno. “Esto es distinto a otras disciplinas, no es como el fútbol. Hemos comenzado hace pocos años y la dificultad de arbitrar es menor que en el tenis u otras competiciones. También es más sencillo entrar al máximo nivel, aunque dentro de unos años se complicará”, confiesa. Según vaticina, saldrán nuevas normas de juego y modificaciones en la pista. “Llevo desde el año 2000 y todo cambia muy rápido”, subraya.

“Disfruto en muchos partidos, aunque es verdad que se puede complicar. Si tienes que intervenir, a dos de los cuatro jugadores seguramente no les guste la decisión que tomas”, razona. “Muchas veces nos confundimos, pero nos llevamos todos bastante bien”, argumenta. Según su punto de vista, hay que guardar las formas en la pista, pero las relaciones son muy buenas fuera de esta. “Ellos suelen tener bastante deportividad siempre”, resalta, siendo capaz de hacer autocrítica y reconocer sus errores.

Tampoco ha tenido problemas con el comportamiento del público, en relación a alborotos o no guardar el silencio requerido durante el juego. “El único inconveniente es cuando influyes en el resultado”. La mayor particularidad se da en la fase previa, donde no suele haber un árbitro por pista. García lo explica: “El arbitraje es pasivo, hay uno o dos árbitros en todo el recinto. Es verdad que no controlas todas las pistas. Quizás con el tiempo se rellenen todos los partidos, pero la fase previa la juegan sesenta jugadores. Es difícil que se haga porque unos podemos molestar a otros si las pistas están al lado”.

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