Javier Orodea (Nájera, 15 de noviembre de 1993) es uno de los estandartes del CD Náxara. Jugando en el equipo de su pueblo, el delantero sigue siendo clave y suma ya once dianas en lo que va temporada. Aunque cayó lesionado ante el Pradejón tras marcar tres goles, ya está recuperado y volverá al verde con el objetivo del ascenso a Segunda B en lontananza.
– Han mejorado sus prestaciones en sus últimos partidos, sobre todo a nivel defensivo…
– Sí, nos encontramos bastante bien. Al principio nos costó un poco, porque los cambios de entrenador (Roberto Ochoa por Diego Martínez en verano) son siempre duros. Lo que quería nuestro entrenador era mejorar su defensa. Hemos estado trabajando últimamente porque los rivales nos creaban mucho peligro. Ahora hemos mejorado (tres últimos partidos a puerta cero).
– Además anotó un hat-trick ante el Autol y ya lleva once…
– Es verdad y además, justo después de marcarlo me lesioné. Llevo dos semanas sin jugar, pero ya he recuperado y acabo de empezar a trabajar con el grupo. Puede que incluso este fin de semana tenga algunos minutos en Oyón.
– Están inmersos en el último tercio de temporada. ¿Comienzan a visualizar la idea de un play-off?
– Todavía quedan muchos partidos. Es verdad que tenemos bastante ventaja (siete con el quinto). Sin embargo, no nos queremos confiar, este año nos está costando mucho más que otros años. Cualquier rival es muy difícil y a todos nos cuesta en cualquier campo ganar. Ya no hay goleadas y no podemos descartar nada, ni por arriba ni por abajo.
– Ahora mismo, se sitúan a siete puntos del líder Haro Deportivo. ¿Se plantean tratar de presionarles?
– A principio de temporada, teníamos claro que el objetivo era clasificar al playoff. Ahora que nos vemos bien, no renunciamos a nada. Tenemos que intentar acercarnos, aunque está claro que son un rival muy difícil y que casi no pierden partidos. La SD Logroñés también nos lo pondrá complicado. Está claro que les está costando ganar, pero eso dice mucho de sus rivales y de la competitividad del grupo.
– A pesar de este indudable aumento de la competitividad, las diferencias son abismales entre equipos de arriba y abajo…
– Es cierto, los de arriba siempre nos alejamos con el paso de las jornadas. Lo que es más sorprendente es que los cuatro primeros nos estamos empezando a distanciar más. Nos está costando mucho, pero quizá sea la suerte o la calidad que decanta los partidos.
– El hecho de poder competir más les puede venir bien de cara a la fase de ascenso. ¿Cómo valora este aspecto?
Eso es, lo necesitábamos todos los equipos riojanos. En años anteriores, había una gran diferencia de mitad de tabla para abajo y eso hacía que sólo pudiéramos competir 12-13 partidos. Otros años nos lastraba físicamente. No es lo mismo que en 50 minutos tengas el duelo decidido a que tengas que luchar los noventa para ganar.
– Como curiosidad: ante el Calasancio tuvieron que jugar bajo la nieve. ¿Qué sensaciones le dejó?
Fue curioso, son cosas que tiene el norte. Algunos días llueve, otros nieva y otros graniza. Pasas frío pero te olvidas jugando. Al final, quedó como una anécdota y además hicimos un buen partido y ganamos.
– Hablando del Calahorra: les ‘quitó’ a su mejor jugador, Emilio Lozano. ¿Cómo harán para vivir sin él?
– Sí, es un jugador de otra categoría. Tuvimos la suerte de tenerlo en Nájera durante varios años. Tendremos que suplirle con trabajo de todo el equipo. Quizá tengamos que cambiar el estilo de juego, porque al final él era el que más fútbol generaba. Seguramente marcaremos menos goles que el año pasado, pero preferimos trabajar atrás y ser más sólidos.
– Con respecto al calendario, ¿cómo afrontarán sus próximos partidos?
– Jugamos este fin de semana frente a la Oyonesa en su casa. Será un partido muy difícil que tengo marcado. Ellos están haciendo un buen año además. Después recibimos al Yagüe, viajamos a Pradejón y después nos medimos a la SD Logroñés en La Salera. Complicado.
– La ilusión de la afición sigue yendo hacia arriba, como de costumbre…
– Sí, eso es seguramente lo que más fuerza nos da. Aparte de que somos una familia dentro del vestuario y fuera, y eso se hace notar. Ese impulso nos ha llevado a conseguir lo que parecía impensable. A nivel de sensaciones, es complicado saber cómo te encuentras hasta que no llegan los partidos decisivos. Este año estamos compitiendo muy bien contra los de arriba (Haro, SD Logroñés, Anguiano). Quizá no consigamos ser un equipo muy regular como el Calahorra el año pasado, pero lo damos todo en momentos importantes y eso se acaba notando.
