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El ‘verdadero Rey de Wimbledon’ es riojano

Abel Lusa, en el centro, en el partido de cuartos entre Nadal y Del Potro

El tenis le gusta desde que tiene uso de razón. A los 10 años andaba ya dando raquetazos por su Ezcaray natal. Sin embargo, la prosperidad no la ha alcanzado ajustando el paralelo a la línea de cal, sino con su exquisito talento en la hostelería. Tanto, como que a Abel Lusa se le conoce en el circuito de la ATP como el ‘verdadero Rey de Wimbledon’ y no es difícil verle en el All England Club enfocado por las cámaras de la BBC.

Sencillo en el trato cercano, Lusa considera el cariñoso apodo que le colgaron Djokovic, Feliciano, Dimitrov y, sobre todo, Rafa Nadal como “un nombre muy generoso”. Pero ha sido esa humildad y ese amor por el deporte de la raqueta lo que justifica sobradamente el mote.

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Porque en uno de los cuatro restaurantes que regenta en Londres, el ‘Cambio de Tercio’, se juega cada año un torneo paralelo al más prestigioso del mundo sobre hierba natural. Conforme Wimbledon va quemando etapas, a sus mesas se sientan las mayores estrellas del circuito. Y con muchas de ellas ha forjado una estrecha amistad con él.

Todo comenzó en 1996, un año después de abrir el restaurante y cuando llevaba tres instalado en la capital británica. Un amigo le presentó a Benito Pérez-Barbadillo, que hoy es jefe de prensa de Rafa Nadal y uno de los pesos pesados en el universo ATP. Ya en aquel entonces comenzaron a frecuentar ‘Cambio de Tercio’ los Corretja, Mantilla, Moyà o Arancha Sánchez Vicario.

Lo hacían, cree el propio restaurador, porque “los tenistas se pasan el año viajando, pero en casi ningún sitio encuentran restaurantes españoles”. Otro de los alicientes era que “estamos en una zona muy próxima a Queens y que pilla cerca de Wimbledon, lo que hace que los participantes duerman cerca del restaurante”.

Garbiñe Muguruza celebrando su título en Cambio de Tercio (Foto de Twitter de @CambiodTercio)

Así, casi sin darse cuenta, fue forjando vínculos con los entrenadores, quienes iban recomendando su local a las nuevas generaciones de tenistas. Los rostros de Feliciano López, Juan Carlos Ferrero o Nico Almagro se convirtieron en habituales siempre que en Londres había torneo y el ‘Cambio de Tercio’, en uno de los grandes templos del tenis mundial.

Ese chico de 16 años

Un buen día de 2002 apareció por allí un chico de 16 años del que los entrenadores destacaban -por este orden- que “era el sobrino de Miguel Ángel Nadal” y que “creían que iba a ser bueno”. Ese chico se llamaba Rafa y sí. Iba a ser bueno. Una leyenda, de hecho. Pero eso no alteró su rutina cada vez que pisa las islas.

Abel Lusa presume de haber presenciado el primer partido que disputó el mejor deportista español de todos los tiempos en Londres: “Jugó en una pista muy pequeñita; fui a verle y luego vino a cenar al ‘Cambio de Tercio’; hice mucha amistad con Toni (su tío) y cada vez que juegan me invitan a torneos como los de Montecarlo, Miami, Roland Garros, Madrid o Barcelona”.

Foto de Twitter de @CambiodTercio

En la agenda de Nadal siempre hay un hueco reservado para el restaurante de Lusa, que tiene algo de talismán para el de Manacor. “El pase a las cinco finales a las que ha llegado Rafa en Wimbledon las hemos celebrado aquí”, señala el empresario, que guarda una ‘espinita’ porque el protocolo del torneo establece que la cena de gala posterior a la final se desarrolla en un hotel.

El menú de Rafa y el orgullo de Abel

Si eres una de esas persona que sueña con tener algún día la masa muscular del ganador de los 14 ‘grandes’, ve reservando sitio en la pescadería. Porque los productos del mar son su perdición. “Le gusta mucho el pulpo, las gambas, el rodaballo y el lenguado, además del tartar. No lo perdona nunca”, confiesa Lusa, quien descubre otra de las rutinas de Rafa: “Si gana su partido viene aquí a cenar, pero al día siguiente siempre cocina en casa, porque le encantan los fogones”.

Pero hasta en ese extremo interviene el empresario riojano, en su afán por hacerle más sencilla su estancia a los deportistas de referencia mundial: “Hacemos un esfuerzo para adaptarnos a sus necesidades; si tenemos que mandarles carne o pescado a Rafa o Feliciano para que la preparen en su casa, se la compramos directamente a nuestros proveedores y se lo enviamos”.

Y en ese trato cercano con el mejor deportista español de todos los tiempos, Abel Lusa saca pecho por “una de las cosas más grandes que he hecho en mi vida”, que no es otra que propiciar que Robert de Niro y Rafa Nadal se conocieran en persona: “Él es mi ídolo cinematográfico y un día estaba aquí cenando. Sé que es aficionado al tenis porque le había visto en el palco de Djokovic en el US Open, así que le comenté si le interesaba conocer a Rafa; le llamé y le dije que viniera corriendo desde Wimbledon, fue algo grande”.

Foto de Twitter de @CambiodTercio

Su quiniela

Como gran conocedor del tenis, le preguntamos a Abel Lusa quién va a ser el próximo ganador de Wimbledon y su respuesta va acompañada de una advertencia: “Si me pongo en plan forofo te diría que va a ganar Rafa, pero le queda un camino difícil; si gana a Del Potro tendría una semifinal contra Djokovic, al que Rafael le tiene mucho respeto”.

Sin embargo, recuerda que “ahora se cumplen diez años del mejor partido de la historia del tenis, cuando Rafa le ganó a Federer en la final de Wimbledon”, tras 4 horas y 48 minutos de juego. En aquellas semifinales, cuando eliminó a Schuttler por la vía rápida, Nadal también lo celebró en la casa del ‘verdadero Rey de Wimbledon’.

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