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El día que Isco dejó boquiabierto a Hierro en La Rioja

Isco, con la selección malagueña en su infancia. FOTO: @isco_alarcon

Menos de 60 kilómetros separan Vélez-Málaga, donde nació el seleccionador nacional, y Benalmádena, cuna de una de las grandes estrellas del fútbol español. Sería fácil deducir que Fernando Hierro e Isco Alarcón se conocieran en persona en la provincia de Málaga. Pero no. Quiso el destino que su primer encuentro tuviera lugar a más de 900 kilómetros de distancia: en La Rioja.

Así lo confesó el propio técnico de la selección el pasado mes de octubre al portal especializado en el ‘deporte rey’, Goal. Ocurrió cuando Isco (el último futbolista español que ha ganado el ‘Golden Boy’, el Balón de Oro de los pipiolos) tenía tan solo 15 añitos. A Hierro le contaron lo que antes había escuchado en mil y una ocasiones: “Tienes que ver a este chaval”.

El mediapunta buscaba oportunidades en el Valencia a las órdenes de Unai Emery, con quien debutaría ante la Unión Deportiva Logroñés en la Copa del Rey de la temporada 2010-2011, erigiéndose como la grata sorpresa de la eliminatoria. Y fue en La Rioja donde Hierro iba a ver en acción a Isco por primera vez, con motivo de un torneo de selecciones territoriales.

En un primer momento, el hoy seleccionador nacional no tuvo ninguna corazonada al echarle un vistazo a aquel muchacho bajito, delgado y con las piernas arqueadas. Pero entonces el balón se puso en movimiento y Hierro tuvo que frotarse los ojos. Entendió que las referencias que le habían llegado estaban más que fundamentadas.

El director técnico de España abandonó el terreno de juego a los diez minutos: “¡No necesité quedarme más tiempo para descubrir un talento bestial! Ya estaba todo visto”, aseguraba a Goal, indicando que siguió sus pasos muy de cerca en las categorías inferiores de la ‘Roja’ y en el Málaga hasta llegar a dirigirle como asistente de Ancelotti en la temporada 2014-2015.

Este domingo España se juega el pase a cuartos ante Rusia, la anfitriona del Mundial. Con que Isco repita aquellos diez minutos mágicos que Hierro vio en La Rioja hace ahora once años, a nuestra selección le irán bien las cosas.

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