Nadie entiende nada en el seno del Club Deportivo San Marcial de Lardero. Tres robos en solo dos semanas y una pintada en el acceso al Ángel de Vicente, estadio en el que disputa sus partidos, tienen completamente desquiciada a esta entidad deportiva de base ‘cigüeña’.
El último de los sobresaltos lo han sufrido este mediodía, cuando una empleada del club se ha percatado de que la cerradura estaba forzada. “Esta vez solo han podido llevarse alguna prenda de ropa y las monedillas que tenemos como cambio en la caja”, explica Costan Berzal, coordinador de la entidad, quien tasa el botín en “menos de 80 euros”.
En las anteriores ocasiones los amigos de lo ajeno se llevaron productos tan dispares como “carne congelada, latas de cerveza, calcetines usados o algún microondas”. Y, para terminar de redondear la ‘gracia’, el pasado día 11 los vándalos se centraron en quemar las redes de las porterías y dejar su rúbrica en la puerta del estadio a modo de pintada.
Nuevamente nos han visitado los Reyes de lo ajeno. Aparte de los daños esta vez nos han dejado hasta sin las botas del 3 no nos lo merecemos
— CD San Marcial (@cdsanmarcial) 4 de enero de 2017
Nuevamente los “Amigos del #sanma ” han vuelto hacernos una visita.
Esta vez contra las instalaciones.#putagente pic.twitter.com/9Irpe0Q5qt— CD San Marcial (@cdsanmarcial) 7 de enero de 2017
El “Tonto de turno” sigue a lo suyo.#sanma pic.twitter.com/AUtlohXcSd
— CD San Marcial (@cdsanmarcial) 11 de enero de 2017
Prueba superada por los “Cacos” ya no quedan más puertas por abrir.
Otra vez roban en el Ángel de Vicente#YaCansa pic.twitter.com/eDilhiwvi7— CD San Marcial (@cdsanmarcial) 19 de enero de 2017
“Es algo fuera de lo común, yo creo que esto no le ha pasado nunca a nadie”, sostiene Berzal, quien duda entre si lo que está sufriendo el San Marcial es “una serie de gamberradas o realmente es que alguien nos tiene manía; estamos totalmente desorientados”. Desde la entidad cigüeña esperan mantener una reunión con el Ayuntamiento de Lardero para abordar esta situación, ya que “la Policía Local y la Guardia Civil patrullan regularmente por las dependencias y aun así no conseguimos controlar a los cacos”.