La Rioja

Viguera, en una nueva encrucijada tras las elecciones municipales

Es bastante probable que Edward Aloysius Murphy muriera sin saber colocar en el mapa a Viguera. No hay que culparle por ello, aunque suya fuera la doctrina que parece regir a este pequeño municipio en los últimos meses.

“Si hay varias maneras de hacer una tarea y uno de estos caminos conduce al desastre, entonces alguien utilizará ese camino”, sentenció este ingeniero aeroespacial norteamericano, inmortal gracias a su famosa Ley homónima. Porque, si semanas atrás señalábamos el complicado ambiente con el que esta localidad de apenas 400 habitantes llegaba a los comicios municipales, los resultados del 26-M sitúan a Viguera en una verdadera encrucijada para investir a su próximo alcalde.

A saber: el vencedor de las elecciones, Aitor Santibáñez, está condenado por delitos leves de daños y fue detenido por la UDYCO por presunta malversación de caudales y falsificación de documento público; al segundo, Álvaro Manzanos, le acusan de cometer una infracción urbanística grave; y la tercera candidata, Marta Ramírez, no tiene borrones en su expediente, pero tampoco deja de representar a la fuerza menos votada.

Y ante este panorama, se impone la necesidad de alcanzar pactos imposibles para elegir. Es improbable que el PP, que suspendió de militancia a Aitor Santibáñez, le dé su apoyo a ‘Somos Viguera’, la opción que representa. Tampoco parece lógico que PP y PSOE se pongan de acuerdo para apear de la Alcaldía a Santibáñez, tras las acusaciones de los socialistas contra Manzanos semanas atrás. Y tampoco nadie debería apostarse su patrimonio a un acuerdo entre PSOE y ‘Somos Viguera’.

Así las cosas, todo apunta que Santibáñez repita como alcalde con mayoría simple, aunque en el campo de la política ‘noventa minuti son molto longo’. Queda por ver si la nueva corporación municipal será capaz de llevar la tan ansiada paz social a Viguera. Eso parece algo más complejo por ahora.

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