La Rioja

Más pisos turísticos: el Gobierno de La Rioja dibuja un “panorama estable y ordenado”

Casi un centenar de este tipo de viviendas ha surgido en La Rioja en solo tres meses

El panorama turístico en La Rioja ha experimentado un cambio notable en los últimos años, especialmente después de la pandemia. En fechas especiales y cada vez más fines de semana al año, las calles logroñesas, por ejemplo, sufren un aumento significativo de turistas, y la ciudad con el paso de los años ha visto cómo se ha incrementado de forma constante el número de pisos turísticos para albergarlos.

Según datos proporcionados por Exceltur, en el último año se ha registrado un incremento de 60.000 pisos turísticos en todo el país, muchos de ellos ilegales. En La Rioja, este incremento se ha traducido en un aumento de casi cien unidades en los últimos tres meses si sólo tenemos en cuenta las legales. Así, la región alcanza un total de 1.494 pisos turísticos registrados, en comparación con los 1.412 que había a finales de 2023.

Desde el Gobierno regional, que es quien tiene competencias en el asunto, se asegura que por ahora existe un “panorama estable y ordenado”. Aún así, son “conscientes de la situaciones que se están dando en otros lugares de España y del mundo y estamos vigilantes y trabajando para que eso no suceda en La Rioja y siempre en contacto con todos los agentes del sector”.

En la actualidad, en la región, tres de cada diez plazas de alojamiento para visitantes son viviendas turísticas. La manera de viajar se ha democratizado. Ha cambiado el modo en el que se viaja, con la irrupción de plataformas de alquiler vacacional y pisos turísticos que abaratan los costes. Así, se ha convertido en algo necesario conciliar la explotación de este tipo de viviendas con un modelo urbano sostenible y que respete la convivencia social.

Ya se está viendo en Canarias donde los vecinos han salido a la calle para quejarse del modelo turístico. En varias ciudades ya se ha prohibido la construcción de más viviendas para este uso. El principal peligro es el de que habitantes de determinados barrios y ciudades queden desplazados, a causa del aumento del precio del alquiler y venta de inmuebles, y las ciudades vayan cambiado.

La situación no se centra sólo en ciudades eminentemente turísticas o de la costa mediterránea. Cantabria ya está experimentando un boom de este tipo de pisos en todo el territorio, una situación que algunos califican de insostenible. La turistificación del norte de España corre el riesgo de repetir los errores del modelo mediterráneo.

En Logroño en los últimos cinco años se ha duplicado este tipo de viviendas, de las 287 de 2018 a las 641 que había registradas en 2023. Y la cosa va a más viendo los datos de los últimos meses y las reformas que se ven especialmente en el Casco Antiguo de la ciudad. Si en 2018 había cuatro edificios completos destinados a vivienda turística en 2023 ya eran trece y son varios los que se están proyectando en la actualidad.

La calle San Juan y la calle Mayor son algunas de las que más viviendas turísticas van a ver proliferar en los próximos meses. Edificios completos en algunos casos y viviendas turísticas en edificios con vecinos en otro. Tampoco faltan en las calles cercanas como Portales, Caballerías o Sagasta.

Para el ensanche de la ciudad se están dejando los bajos convertidos en pisos turísticos. Están proyectados en las calles Cigüeña, en Padre Marín y Olivares. Locales que en principio podrían estar destinados a la creación de comercio local y que también se convierten en viviendas para turistas.

En enero de este año, un pleno del Consistorio abordó la situación. el PSOE pedía una moratoria de dos años en la concesión de licencias de viviendas de uso turístico en el centro histórico de Logroño. En 2021 el Ayuntamiento de Logroño realizó un informe sobre la situación de los alojamientos turísticos en la ciudad, revelando que el 50 por ciento de las plazas pertenecían a este sector. Más del 20 por ciento de la vivienda del barrio más emblemático de la ciudad ya está dedicado a los turistas. Una situación que afecta de manera negativa al comercio tradicional de la ciudad y a la vida de los vecinos.

También Vox se pronunció al respecto pidiendo que se establezca “un número máximo de viviendas que puedan ser destinadas a explotación turística por parte de un mismo titular y que como máximo puedan otorgase licencias para viviendas de uso turístico en el 10 por ciento del total de vivienda habitable del Casco Antiguo”.

Sobre los que operan al margen de la ilegalidad poco se sabe. Nadie en la región es capaz de cuantificarlos, ni las asociaciones, ni el Ayuntamiento de Logroño ni la Consejería de Cultura y Turismo. Pero haberlos, haylos. No hace falta más que darse una vuelta por alguna de las plataformas de alquiler de vivienda turística para comprobarlo de primera mano.

La normativa marca que no se pueden hospedar a más de ocho personas en una vivienda turística. Sin embargo, las hay que ofrecen servicios para más de una decena de personas. Otros juegan al límite de la legalidad sin tener en cuenta la comodidad de los usuarios. Se puede ver cómo en algunos de ellos se ofrecen apartamentos de dos habitaciones para ocho personas.

FOTO: Riojapress/ Fernando Díaz.

Para Susana Díaz, presidenta de ARVUTUR, es imposible cuantificar cuántos pisos turísticos hay ilegales en La Rioja. “Vemos en algún portal que no se cumple la legalidad ni la normativa”. Por ejemplo un apartamento de dos habitaciones en el que se ofertan diez camas u otras en las que se pueden ver en las fotos tres literas en un único dormitorio”.

Van a empezar a denunciar. “Somos una asociación que trabajamos sin ánimo de lucro, pero es que esta situación es negativa para todos y vamos a empezar a poner en conocimiento de las autoridades los pisos que incumplen las normativas vigentes”. Para ellos es complicado saber quién tiene licencia y quién no, “pero no debería serlo para la administración que puede cotejar las direcciones y saber si tienen o no licencia”.

Díaz achaca el aumento de pisos turísticos en la región “a la falta de seguridad en los alquileres habituales. Además hay mucha gente que los está dando de alta como viviendas turísticas por si llega el momento en que se puedan prohibir como está pasando en otras ciudades, aunque de momento no los tienen activos”.

El noviembre podría entrar en vigor una moratoria para evitar el incremento de este tipo de pisos. Cree que entonces llegarán más restricciones, “porque está habiendo mucha presión”. Aunque el Ayuntamiento “nos ha dicho que no pretende hacer cambios, de momento, en la normativa”.

Para ella el problema está en las viviendas turísticas masificadas, “no en que un grupo de cuatro personas llegue a un piso, sino en esas viviendas en las que meten a diez o doce personas con las molestias que pueden suponer para los vecinos”.

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