Llega la última jornada de Primera Federación y lo hace con el Calahorra jugándose su plaza de Copa. Los rojillos reciben al Deportivo Aragón (domingo 12:00, La Planilla) y están obligados a ganar y esperar para lograr dicho objetivo. Si sacan los tres puntos ante el filial zaragocista, necesitarían que pierda el Tudelano para meterse, sin depender del Gernika-Barbastro. Y si navarros y riojanos vencen, un empate entre el Gernika y el Barbastro también les valdría para entrar en el ‘torneo del KO’. Sería el último premio para su técnico Carlos Pouso, que ya ha anunciado que no continuará en el banquillo a final de temporada. Además, colgará las botas el guardameta Miguel Martínez de Corta, que finaliza su carrera a sus 42 años.
Los cinco mejores clasificados sin contar filiales se clasifican para el torneo copero. De ellos, el Barakaldo (73), la UD Logroñés (68) y el Utebo (61) ya están clasificados. Quedarían las dos últimas plazas, ahora ocupadas por el Tudelano (45) y el Barbastro (44). En persecución, el Gernika cuenta con 43 y el Calahorra suma los mismos (43). El problema de los calagurritanos es el goalaverage: lo tienen perdido tanto frente al Tudelano (0-2 en La Planilla, 1-1 en Tudela), como ante el Gernika (2-0 en Urbieta, 0-1 en La Rioja). Esto haría que, en un hipotético triple empate a 46 entre navarros, vascos y riojanos, los riojanos se quedasen igualmente fuera.
En jornada unificada, el Calahorra tendrá que centrarse en superar a un Deportivo Aragón que es quinto y tiene su posición decidida. A partir de ahí, el Tudelano recibe asimismo a un Deportivo Alavés B matemáticamente fuera de playoff. Nada se juegan los babazorros, pero tampoco lo hacían el pasado domingo y vencieron por 3-2 a los rojillos. Hace solo una jornada, los riojabajeños tenían la iniciativa y dependían de sí mismos. Después de Ibaia, tienen que esperar fallos de los demás. ‘Suerte’ que el duelo directo entre Gernika y Barbastro les da cierta vida. En Urbieta solo habrá uno o ningún clasificado hacia la Copa, pero en ningún caso los dos.
Mediodía de transistores en La Planilla, en lo que será la despedida de Carlos Pouso. Después de año y medio, el técnico vasco alcanzará su encuentro número 55. Un año y medio en el que cogió el equipo en situación desesperada dentro de Primera Federación, no pudo evitar su descenso y al menos, podría irse asegurando la Copa para su equipo. Más allá de la ilusión y los rivales que trae, ese torneo es ‘maná’ para los equipos humildes y puede cuadrar sus presupuestos. No es una oportunidad baladí, por lo tanto.
El conjunto de La Planilla no cuenta con sancionados y salvo una baja inesperada, contará con todos sus efectivos, como ya hizo en Ibaia. No hay excusas para cerrar la temporada con la tercera victoria consecutiva ante su afición, después de las logradas ante el Barbastro (1-0) y el Valle de Egüés (3-0), en las dos últimas citas. Un buen momento para que el capitán Julen Ekiza, autor de nueve tantos en lo que va de campaña, pueda volver a ‘mojar’. Está enchufadísimo, puesto que ha visto puerta durante los cuatro últimos partidos y además, repartió dos asistencias frente al Valle de Egüés. Así también se merece un brazalete.
El capitán Julen Ekiza remata un balón a gol / Foto: CD Calahorra
Despedida con ganas de un buen sabor de boca
El Náxara, por su parte, terminará la temporada frente al también descendido Valle de Egüés (domingo 12:00, La Salera). Sin nada deportivo en juego, los blanquiazules intentarán despedirse de la categoría con su sexta alegría del curso en casa. Ambos rivales llegan con 21 puntos, los riojanos como colistas y los navarros como antepenúltimos. Los locales llevan cinco derrotas seguidas y los visitantes, seis. Se encuentran dos equipos hundidos deportivamente que quieren despedirse
