El Ministerio de Sanidad ha aprobado finalmente el Plan Integral de Prevención del Tabaquismo (PIT) 2024-2027 con el aval de todas las comunidades, también las del PP, “muy satisfechas” por este día tan “importante” para la lucha contra el tabaco.
“Desde hoy, este plan es una realidad y este logro es un motivo de orgullo nacional”, ha enfatizado la ministra de Sanidad, Mónica García, al término del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que ha culminado así con un clima muy distinto al que comenzó esta mañana. Cabe recordar que, horas antes, la ministra enfatizaba que daría luz verde “con orgullo” al plan antitabaco “independientemente” de la negativa de las comunidades del PP, las cuales han acabado mostrando su apoyo.
Un plan que, ha continuado, “emana del trabajo de todas las comunidades”, que han acabado secundando todas el texto que “ahora toca” materializar en una serie de iniciativas legislativas, entre ellas las que regularán los nuevos espacios sin humo, el empaquetado genérico o la equiparación de los dispositivos electrónicos al tabaco convencional en materia de promoción y publicidad.
La consejera de Salud del Gobierno de La Rioja, María Martín, ha celebrado la aprobación de dicho plan, señalando que es “una buena noticia” poder trabajar en la misma línea el Ministerio y las comunidades autónomas. Tras “una intensa jornada”, ha habido un acuerdo por la aceptación, por parte del Ministerio de dos puntos, que ha calificado de “cruciales”.
Uno de ellos, ha explicado, es la no prohibición, desde el Plan, de los nuevos espacios sin humo, sino dejarlo para más adelante, para que sea la técnica legislativa “viendo caso a caso”, tanto la autorregulación de esos espacios como aquellos en los que sigue estando prohibido el usos tabaco, que son los espacios sanitarios. La segunda propuesta aceptada, ha detallado la consejera, ha sido que la recaudación proveniente del incremento de impuestos al tabaco se revierta en políticas disuasivas contra el tabaquismo o políticas sanitarias en este ámbito.
La consejera de Salud ha calificado de “bueno” haber alcanzado el consenso, después de “momentos tensos” en las últimas semanas, tras la no aceptación de estos puntos, que ha calificado de “cruciales”. Otro de los puntos “importantes” abordados en la reunión ha sido que la Comisión de Atención Primaria sea la que recoja todas las estrategias, planes o propuestas y en las que se pueda participar desde muchos puntos de vista sanitario.
La Atención Primaria, el eje vertebrador
El Gobierno riojano espera, ha añadido, que en esta Comisión se puedan ir dando pasos de mejora de cómo acometer la falta de profesionales sanitarios y, de cara al futuro, qué pasos abordar para que la Atención Primaria sea “realmente la puerta de entrada y el eje vertebrador de la sanidad pública”, ha precisado. La titular de Salud de La Rioja también ha valorado la creación de un grupo técnico entre técnicos del Ministerio y las Comunidades Autónomas, que permita avanzar en cómo mejorar y acometer las listas de espera, que es “una de las lacras del sistema público nacional de salud”.
Martín ha expresado su deseo de que este grupo técnico sea “un espacio de intercambio de mejores prácticas” y, entre otros aspectos, de analizar nuevos indicadores, que “ayuden a mejorar, a hacer un diagnóstico real y a tener una foto real de la situación actual de cada Comunidad Autónoma”. El objetivo es que, con todo ese conocimiento, “unas y otras comunidades autónomas puedan ayudarse e dando pasos para mejorar la salud de los riojanos”, ha concluido.
Debate en términos “cordiales”
La reunión comenzó con las críticas de las comunidades populares por la fórmula empleada por Sanidad para aprobar el plan mediante un acuerdo de cooperación, que no se somete a votación, “independientemente” sino que implica que las comunidades podían adherirse total o parcialmente a algunos de sus puntos, explicando sus discrepancias de aquellos a los que no se sumaban.
Es decir, que la estrategia, en la que llevan años trabajando los técnicos autonómicos, las sociedades científicas, los colectivos juveniles, las asociaciones de pacientes y las entidades de salud pública, se iba a aprobar “independientemente” de las posturas que solo querían “empañarlo”, según declaró la ministra antes de la cumbre con los consejeros.
Finalmente, las comunidades han acabado dando su visto bueno porque, en el fondo, todas comparten la necesidad de reducir el tabaquismo y están “muy de acuerdo en casi todo el plan”, al que el Ministerio incorporó 147 de las 157 propuesta autonómicas. “Se han adherido desde el momento en el que han trabajado porque son proponentes, son las que han hecho realidad este plan”, ha señalado García.
“Una cosa es que hayamos podido tener una discusión, pero yo creo que hemos llegado con la cordialidad y el respeto que yo creo que se merece este órgano”, ha añadido.
Recorrido legislativo
Pero ahora toca “hacerlo realidad”, y para eso aguarda un largo recorrido legislativo, que irá precedido del trámite de consulta pública, en la que “pueden participar, por supuesto, las comunidades y todo aquel que quiera presentar alguna iniciativa”. Y es aquí donde, ha repetido, se delimitarán “los espacios concretos, tanto públicos como privados”, que “emanarán de las iniciativas legislativas” que el Ministerio empezará a “poner en marcha cuanto antes”.
Sanidad no cree en la autorregulación de los espacios que querían las comunidades del PP porque “la evidencia científica dice que la voluntariedad no tiene efectos sobre la salud pública”; no obstante, la ministra ha recordado que las autonomías “siempre han tenido la potestad de poder regular sus espacios”, como obligación o como recomendación, y de hecho muchas ya lo hacen en sus playas o parques.
Pero corresponde al Ministerio “dar seguridad jurídica” para que esas medidas “tengan un aval jurídico” y se garantice el principio de equidad, por lo que cuáles serán en el futuro las nuevas zonas en las que no se podrá fumar en toda España “lo tiene que decidir el poder legislativo”, ha insistido. En los espacios privados, mientras tanto, no se puede ir más allá de las “recomendaciones”, por eso el plan ha sustituido este concepto por el de “uso colectivo”.
