“El tema es alarmante”. Así comienza su denuncia una vecina de Logroño harta de ver cómo “en cada rincón de la ciudad por el que paseo está abarrotado de colillas”. En la queja que ha hecho llegar al Sereno de NueveCuatroUno, esta lectora describe que “la gente sale a fumar a la calle de sus centros de trabajo porque dentro no pueden y después del cigarrito, la colilla la tiran al suelo. Y lo mismo pasa en las puertas de bares y terrazas”.
En su mensaje, reclama al Ayuntamiento de la capital riojana llevar a cabo una campaña de sensibilización sobre el tema. Esas colillas abandonadas por la ciudad acaban generalmente en las alcantarillas, contaminando así ríos, acuíferos e incluso llegan al mar”.
