La UD Logroñés cerrará la temporada regular el próximo 5 de mayo. Lo hará en Utebo. Hasta que llegue ese día, la plantilla tiene poco más de un mes de competición por delante para lograr el único objetivo accesible a estas alturas de campeonato. El triunfo del Bilbao Athletic ante el Barakaldo en Lasasarre deja el título de liga virtualmente visto para sentencia.
El filial rojiblanco ascenderá como primero. Restan seis jornadas, le saca ocho puntos al Barakaldo y once a la UD Logroñés. Su ascenso es cuestión de tiempo. Se evitará el trance de unos playoffs siempre marcados por la presión y la incertidumbre de partirse el lomo contra rivales cuyo nivel genera siempre dudas por el eterno debate de la diferencia existente entre los cinco grupos en competición. Que si el 1, que si el 3…
El nuevo modelo de competición premia a los mejores equipos de cada grupo durante la temporada regular. Y en caso de empate, siempre superará la eliminatoria el equipo con mejor clasificación en liga. Así que a los segundos clasificados les sirve dos de los tres resultados posibles. Una ventaja por la que merece la pena hacer un último esfuerzo.
La UD Logroñés ocupa actualmente la tercera posición. Vuelve a tener a tiro de un único partido al Barakaldo, que tiene un calendario, a priori, más complicado que los riojanos. Y al Deportivo Aragón, filial del Zaragoza, cuarto, le saca seis puntos más el golaveraje. Los de Diego Martínez tienen muy adelantada esta tercera posición y casi cerrado su concurso en el playoff. El Alavés B, sexto, que se quedaría sin posibilidad de ascenso, está a nueve puntos cuando quedan 18 por jugarse.
Seis esfuerzos más para ser segundo. De conseguirlo, la UD Logroñés accederá a la ronda definitiva, la del todo o nada, en la mejor posición posible. Se enfrentará a un quinto clasificado en la ronda de semifinales, y ante un cuarto o tercero en la final por el ascenso. Le valdría siempre el empate además de la victoria y la vuelta la jugaría en Las Gaunas. Dos elementos que en lo anímico son importantes, sobre todo para la afición, porque los resultados, al menos de los últimos playoffs de ascenso a Primera Federación, no lo señala como tan determinante.
La temporada pasada
El Avilés fue segundo en el Grupo 1, y no ascendió. El Alavés B fue segundo en el Grupo 2, y tampoco ascendió. Lo mismo ocurrió el curso pasado en el Grupo 3. La Penya Deportiva se quedó sin ascenso pese haber acabado en el segundo puesto. Solo el Recreativo de Huelva (G.IV) y el Atlético B (G.V) sacaron ventaja de una temporada regular tan positiva y ascendieron tras haber clasificado como segundos. Este curso juegan en Primera Federación el Tarazona (tercero en el G.II), el Granada B (tercero en el G.IV), y el Sanluqueño ( cuarto en el G.IV).
Los clubes del sur de España dominan con contundencia el asunto de los ascensos desde la puesta en marcha de esta cuarta categoría. Dominaron la temporada pasada, y también en la anterior. En los playoffs de hace dos cursos ascendieron el Mérida (segundo en el G.IV), el Ceuta (como cuarto del G.IV), La Nucía (como segundo del G.V), el Murcia (tercero del G.V) y el Eldense (G.V).
