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Calahorra y UD Logroñés o el día de la marmota

FOTO: CD Calahorra

Hay tantos lazos, que ya no se sabe dónde empieza uno y acaba el otro. Porque claro, Iñaki es de Calahorra pero es el capitán ahora lesionado de la UD Logroñés. Es el santo y seña del club capitalino. Como pasa con Titi pero al revés. Santa sanctorum del Calahorra que ahora juega en el lado contrario y que no estará tampoco este domingo a partir de las cinco de la tarde vestido de corto para disputar un nuevo derbi riojano. El gran clásico de nuestro fútbol.

Y Carlos Pouso estuvo en Logroño, justo a tiempo para rescatar a un club que andaba sin rumbo. Y firmó con él dos playoffs de ascenso a Segunda que le permitieron situarse un peldaño por encima al que hasta entonces estaba acostumbrado. Y ahora Pouso está en el banquillo del Calahorra, donde busca al menos jugar el curso que viene la Copa del Rey una vez que el ascenso parece inalcanzable tras una mala primera vuelta.

Carlos Pouso de un lado que estuvo en este otro lado. Lo mismo que Diego Martínez, que estuvo en aquel lado antes de estar en este otro lado. Hizo lo que parecía imposible, situar al Calahorra a solo un partido del ascenso al fútbol profesional. La mejor temporada en año en el Calahorra. Y decidió no seguir. Se fue a Soria, como paso previo para entrenar al equipo de su ciudad. Y en la UD Logroñés intenta el reto de alcanzar la Primera Federación. Pero el asunto se está complicando por la derrota en Gobela y el empate del domingo contra el Barakaldo. Así que fallar ante su ex equipo, en un nuevo derbi riojano, no es una opción.

Pero a nadie se le escapa que estos partidos entre el Calahorra y la UD Logroñés son como el día de la marmota. Los dos quieren ganar, pero al final acaban empatando por el miedo a perder, salvo en esta primera vuelta, con sendas goleadas (en Copa y liga) a favor de los logroñeses que permiten cierta sensación de revancha en el lado rojillo. Lo de ganar en La Planilla con la UD Logroñés no lo logró ni tan siquiera Carlos Pouso, que como entrenador del equipo de Logroño, y con el Calahorra en Tercera, acabó cayendo a los penaltis en la primera ronda de la Copa del Rey.

Foto: Ramiro Arnedo / CDC

Empate tras empate, para, temporada tras temporada, verse, una y otra vez, las caras. Y al Calahorra al menos le apaña una nueva entrada, la mejor del curso, aunque esta vez no parece que vaya a ver un desplazamiento tan masivo como en anteriores ocasiones. La Segunda Federación está pasando factura. Y a la UD Logroñés le supone jugar en un lugar donde acumula más disgustos que alegrías. Ni Carlos Pouso, ni Sergio Rodríguez, ni Mere Hermoso han ganado allá. Es lo que quiere conseguir Diego Martínez. Es lo que necesita lograr Diego Martínez, cuyo equipo, fuera de casa, no estaba sabiendo encontrar los resultados adecuados para pelear por el título o incluso la segunda posición en liga.

Están Iñaki y Titi, Pouso y Diego Martínez. Están también Aléx Arias, Sarriegui, Yasin Iribarren o Madrazo, ex rojillos que ahora visten la camiseta de la UD Logroñés. Y por supuesto, está Miguel Martínez de Corta. De Logroño, el segundo futbolista con más partidos en la historia de la UD Logroñés, que esta semana anunciaba su retirada y defenderá la portería del Calahorra, “uno de los dos equipos de mi vida, el otro es la UD Logroñés”. Es el único de los este domingo allí presentes que sabe a ciencia cierta que la temporada que viene no volverá a jugar este derbi riojano.

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