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El primer puesto se escapa en Gobela

La UD Logroñés ha decidido camuflarse tanto con su entorno que ha entregado en Gobela la posibilidad de pelear de nuevo por ser campeón de liga y por tanto de ascender por la vía más rápida… y tranquila. Ha buscado adaptarse tanto que ha perdido sus señas de identidad, todo por aceptar el reto de intentar jugar en la jaula de Getxo sin darse un segundo para pensar.

Y como el Arenas se lo sabe, Valiño, en el único instante que ha tenido para precisamente pensar, ha puesto la remontada del lado local. A veinte minutos para salir del aprieto, para liberarse de la prisión provisional de Gobela, Valiño ha dispuesto de un segundo para respirar. Y la falta a la escuadra ha roto la intención de la UD Logroñés de meterse de nuevo en la pelea por el primer puesto tras la derrota del líder en San Juan.

La UD Logroñés no ha querido detenerse a pensar. Ha decidido ser como el Arenas, y en esto, el Arenas, que juega cada domingo aquí y entrena todos los días en esta encerrona habitual, ha sabido esperar a ese momento adecuado para decidir el resultado a su favor. Y ni el gol inicial de la UD Logroñés -Yurrebado en el minuto 20- ni el balón al palo en el 60 de Jony con el 1-1 ha sido suficiente para liberarse con éxito del trance de jugar en este entorno tan ingrato, del que hasta ahora la mayoría de rivales esta temporada habían salido con una sonrisa. Tras dos malos partidos con victorias ha llegado la derrota justo antes de recibir al Barakaldo en Las Gaunas.

La liga, también en Segunda Federación, se juega en situaciones grotescas como Gobela. Obliga a cambiar de plan, a ser infieles al trabajo de toda una temporada, el que se viene haciendo desde el verano pasado. Exige demostrar que la mejor plantilla también tiene capacidad de adaptación. Y es lo que ha intentado, sin éxito, la UD Logroñés.

En Segunda Federación se juega en ‘la jaula’ y hay que pasar por este trago, ingrato incluso cuando el equipo visitante se adelanta en el marcador como ha sido el caso tras el tanto de Yurrebaso a los veinte minutos de partido. Es lo que se busca y lo que le ha durado bastante poco al equipo de Diego Martínez. El delantero vasco ha hecho el primero. Casi a balón parado. Tras un saque de banda, en el enésimo rechace. Balón puesto al corazón del área, lo ha peinado de Jony y el plan de Diego Martínez, ejecutado a la perfección… Lo necesario ya estaba conseguido. Quedaba lo peor.

Poco ha durado la celebración de una plantilla que buscaba abrir la liga después del pinchazo del Bilbao Athletic en San Juan. Ese 1-0 en horario de liga cadete (sábado a las 12.00 horas) ha incrementado la exigencia para una UD Logroñés que ha asumido como una final el encuentro en Gobela. Y puesto a pensar en un playoff de ascenso, las señales no son las deseadas. Era el día y no lo ha sido.

Lo grotesco de jugar en Getxo exige no cometer jamás un error en el área. El que ha provocado Sarriegi, con otro penalti que le ha costado un gol a su equipo. Seis minutos más tarde, el Arenas ha empatado el partido para volver a empezar, para iniciar la remontada. Yesca y pedernal. Azufre. Caucho. Ingratitud. No apetece Gobela, pero hay que pasar por la jaula. Los riojanos, a pesar de adelantarse, han querido adaptarse sin éxito a lo que exige un guion escrito por la crudeza del fútbol semiprofesional, del que pretende huir este club, afectado ahora mismo por las dudas lógicas que genera el haber perdido en Gobela el día más inesperado.

En Fadura, en el año 2020, este equipo ganó para constatar que estaba en disposición de hacer algo grande. En Gobela, muy cerca, ante el mismo equipo, cuatro años más tarde, tras perder 2-1, la UD Logroñés asume que necesita mejorar porque de la cárcel esta temporada se sale con una sonrisa salvo si vistes los colores riojanos.

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