Deportes

Amaño de partidos: “No hay duda, es Jannick Buyla”

FOTO: SD Logroñés.

“Nosotros queremos darte algo”. Es la frase que le transmite una voz telefónicamente a David Soto el pasado 18 de mayo, tal y como aparece en la denuncia que interpuso ante la Policía Nacional este futbolista del Pontevedra, declaración que ha provocado que un juzgado de Badajoz esté investigando qué ocurrió durante los días previos a la disputa del Badajoz-Pontevedra, encuentro que finalmente se llevó el equipo local (1-0) tras un error garrafal del portero gallego.

Este presunto caso de intento de amaño de un partido de fútbol está salpicando indirectamente a la SD Logroñés porque uno de los implicados forma parte de su plantilla. El futbolista Jannick Buyla -ahora en la Copa de África- aparece en el centro de esta situación, tal y como desvela el Diario ABC, que ha tenido acceso a la denuncia, en la que David Soto asegura que “no hay duda, es Jannick Buyla”. El central gallego reconoce que fue el futbolista guineano el que se puso en contacto con él días previos a la disputa del choque para poner en marcha el intento de amaño.

El comunicante -Jannick Buyla, según Soto- le habría llamado varias veces desde un número oculto, y ante la insistencia, finalmente el futbolista del Pontevedra decidió responder a una nueva llamada. La voz al otro lado del teléfono -no dio nombre alguno para establecer un primer contacto- le traslada lo siguiente: “Sabemos que la plantilla del Pontevedra está primada por otros equipos», afirmación que provoca la sorpresa del central gallego, tal y como afirmó en su declaración a la Policía.

Al preguntarle quién era, el comunicante anónimo se limitó a asegurar que era futbolista del Badajoz, que llamaba desde el teléfono de su novia y que había conseguido su número a través de Tuka. Éste era la pasada primavera trabajador de una agencia de futbolistas que llevaba a David Soto y a dos jugadores del Badajoz, entre ellos Jannick Buyla, al que le facilitó el teléfono “tres semanas antes”, tal y como le confirmó Tuka a Soto en cuanto el futbolista le pidió explicaciones de por qué había facilitado su teléfono para una situación como la que ahora se está investigando. El representante, según Soto, le explicó que no sabía la razón por la que querían hablar con él.

FOTO: SD Logroñés.

La razón, según Soto, es que “nosotros queremos darte algo”. Es lo que escucha desde el otro lado del teléfono, lo que provoca la reacción del central gallego: “¿Tú sabes las consecuencias que tiene esto?”. Tras esta llamada, el central del Pontevedra inició una investigación que llevó a Youtube. Buscaba conocer la voz que había oído al otro lado del teléfono. Y tras escuchar varias ruedas de prensa de futbolistas del Badajoz, David Soto llegó a una conclusión que puso en conocimiento de la Policía Nacional: “No hay duda, es Jannick Buyla”.

El primer contacto se produjo el 18 de mayo, dos días antes de la celebración del encuentro. La segunda llegó el 19 de mayo. Y en compañía de dos jugadores más activó el manos libre de su teléfono. Al otro lado, Tuka, de la agencia de representantes. Le pedía que quitara importancia a la conversación del día anterior con Jannick Buyla y le transmitió que unas horas antes se había reunido con dirigentes del Badajoz, advirtiéndole de que querían ofrecerle un precontrato para la siguiente temporada. Se llegaba incluso a hablar de condiciones económicas: 55.000 euros si firmaba y el equipo se mantenía la temporada 2023-24 en Primera RFEF y 110.000 euros si ascendía al fútbol profesional, a Segunda división.

David Soto compartió toda esta información que sus compañeros del Pontevedra. Y fue entonces cuando el portero Pablo Cacharrón explicaba que a él también le habían hecho una oferta para jugar en el Badajoz en Primera Federación, situación que también se puso en conocimiento de la Policía Nacional. Los jugadores ‘tocados’ se quedaron fuera de la convocatoria del duelo ante el Badajoz, que finalmente ganó aquel encuentro de la penúltima jornada liguera tras un error clamoroso del portero del Pontevedra”.

Subir