Aguantó en pie todo lo que pudo. Se empeño era lograr algo de espacio, por fin, entre tanto defensor para tener el último disparo del partido. Lo consiguió. A buen seguro porque Urtzi Urcelay está siendo de los más destacados de su equipo en las últimas jornadas. Brilló en Lezama en al posición de 8, lo hizo también el pasado domingo, anclado por delante de los centrales para cubrir la baja de Imanol Sarriegi, que finalmente no jugó por molestias físicas.
Dio un paso atrás en el esquema pero acabó acompañando a su equipo hacia arriba cuando ya en el descuento se buscó por todos los medios el gol de la victoria. Por eso apareció casi por sorpresa por el balcón del área grande. El disparo de Jony, rechazado por el cuerpo de un defensor, acabó en los pies del vasco, que lo hizo. Primero se hizo con la pelota, después fijó con su cuerpo al defensor, para a continuación, con calidad, girarse sobre sí con la pelota en su pie, para mirar por fin hacia la portería. Objetivo que hubiera logrado de no haber sido derribado por la pierna del defensor, que se comió el regate y zancadilleó al vasco, que casi celebraba sobre el césped, dentro del área grande, el penalti del que había sido objeto.
Pero para su sorpresa, el colegiado navarro David Casanoba Isla indicó la falta fuera del área. Decisión que provocó el enfado de una plantilla que se siente agraviada por los colegiados, sobre todo en los dos últimos encuentros, cerrados ambos con sendos empates a cero, que de poco a servir para el intento de remontada del equipo riojano que quería optar a un primera plaza que ahora queda realmente lejos.
Ante la imposibilidad de comunicarse con el colegiado principal, porque así lo había demostrado el navarro durante los 94 minutos previos a este instante decisivo, Urcelay se marchó hasta la banda para intentar que el línea, en una posición buena para ver realmente que la falta había sido dentro del área, rectificara al árbitro, impidiera que cometiera un error tan importante, y se impartiera justicia. No fue así, y estas protestas le valieron una tarjeta amarilla.
En lo que es un doble castigo para Urcelay, que vio la quinta, y no podrá estar el domingo en Merkatondoa para medirse al Izarra. Baja sensible que llega después de una decisión que en el club entienden del todo injusta y que les ha costado dos puntos que seguro serán necesarios a final de temporada.
