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Carlos Bravo incrementa las alternativas ofensivas de la UD Logroñés

Carlos Bravo ya entrena con la UD Logroñés. Este miércoles ha completado su primera sesión de entrenamientos con su nuevo equipo. Ha conocido a sus compañeros, y ha pisado por primera vez el campo de hierba natural de la Ciudad Deportiva. Procedente del Águilas, club con potencial económico importante que compite en Segunda Federación y que busca el ascenso a la tercera categoría del fútbol español, negoció la salida del delantero que el curso pasado jugó en el Real Unión.

El delantero madrileño llega a Logroño tras haber jugado doce encuentros en esta primera vuelta de campeonato, por tanto, tal y como señala el staff técnico blanquirrojo, en “un buen tono físico”. Así que “ya es uno más para aportar en la conquista de los objetivos”. Para nada se trata de una frase hueca. Ander Vitoria no entraba en los planes del técnico, que ahora sí tiene un delantero más, con un perfil además distinto a que presentaba Vitoria, similar al juego que desarrollan Lander Yurrebaso y Jony González.

Carlos Bravo es un jugador menudo, 1,74, que se despliega bien por banda, puesto que puede jugar como extremo derecho y también como extremo izquierdo, aunque su posición más natural es la de segundo delantero, para acompañar a un punto de referencia. Por tanto, un jugador ideal para modificar en ocasiones el esquema y pasar al tradicional 4-4-2 que hasta ahora apenas ha probado Diego Martínez, a excepción del arranque liguero frente al Bilbao Athletic en donde Jony y Ander Vitoria apenas se vieron en todo el choque.

Bravo ha entrenado por primera vez y ha formado en el mismo equipo de ataque que Seguin y Madrazo por los extremos, que Arias, como centrocampista ofensivo junto a Urtzi Urzelay, y que trataban de dar balones a Jony y al propio Carlos Bravo, que se ha mostrado intenso, generoso en el esfuerzo aunque algo impreciso en esta primera sesión.

A sus 31 años, Carlos Bravo inicia una nueva aventura futbolística. Formado en la cantera del Real Madrid, donde llegó a jugar en el Juvenil A, ha tenido muchos lugares de residencia distintos durante todos esos años, desde Cuenca hasta Madrid, pasando por la Ponferradina, el Rayo Majadahonda, la Cultural Leonesa, el Real Unión y finalmente el Águilas.

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