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La SD Logroñés cierra la primera vuelta en plena crisis de resultados

FOTO: SD Logroñés

La SD Logroñés cerró este pasado domingo en Las Gaunas la primera vuelta del campeonato en Primera Federación. Por tanto ha llegado a la mitad de esta travesía en puestos de descenso a Segunda Federación, situación que estrenó tras la derrota en Logroño ante la Ponferradina (0-3). Aciago debut de Larrazabal, su tercer entrenador en lo que va de temporada, que no ha empezado con buen pie en el club riojano: dos derrotas por sendas goleadas ante dos rivales de muy diverso nivel como Ponfe y Osasuna Promesas.

Cierra esta primera vuelta con 19 puntos, a dos de la permanencia que ahora mismo marcan el Tarazona, que parece haber reaccionado a lo que fue un inicio de campaña realmente malo tras su ascenso desde la Segunda Federación, y el Cornellá, que ha perdido el impulso de un buen arranque de torneo. Dinámica similar a la de los riojanos, que comenzaron bien pero tras tres derrotas consecutivas han acabado por caer a los puestos rojos de la clasificación.

Es junto con el Sabadell, que se está reforzando de cara a esta segunda vuelta de campeonato como ya hiciera el curso pasado, el equipo que más partidos ha perdido en lo que va de torneo. Un total de doce derrotas en 19 encuentros disputados hasta el momento. Con un empate y seis triunfos, los blanquirrojos finalmente han acabado por caer a la zona de descenso, situación que habían logrado esquivar hasta ahora. En esta clasificación de derrotas encajadas, Sestao y Rayo Majadahonda ocupan un escalón inferior con nueve derrotas.

Lastrada por esta dinámica, la SDL es al mismo tiempo el segundo equipo que más goles recibe (29), solo superado en este término por el Sabadell (32), que con dos puntos menos persigue a los riojanos de cerca después de haber sumado dos victorias consecutivas.

Mientras que rivales directos como el Tarazona o el Sabadell parecen haber encontrado la senda de los triunfos, la SDL ha perdido el impulso inicial. Lejanas quedan esas tres victorias en las cuatro primera jornadas cuando ganaron al Barça Atleti en el debut liguero en Las Gaunas y superaron a dos rivales directos como el Sestao (3-0) y el Sabadell (1-2), racha que se cortó en Logroño ante el Rayo Majadahonda, otro rival por la permanencia al que visitan los riojanos este próximo fin de semana.

Fue el inicio del fin de Jordi Fabregat en el banquillo riojano, en una decisión entonces controvertida y difícilmente explicable más allá de, tal y como aseguró Juanma Barroso, director deportivo de la entidad, “la destitución de Fabregat es algo más que los resultados, sintió falta de confianza” por parte de una directiva, que observaba como anticuada la forma de trabajar del técnico catalán. Tras cuatro derrotas seguidas, el club decidió prescindir de sus servicios teniendo claro el perfil que necesitaba pero sin haber cerrado la llegada del nuevo entrenador.

Por eso, el propio director deportivo se sentó en el banquillo de la SDL en el encuentro en el Anxo Carro para medirse a un Lugo que ganó a los riojanos pero que poco a poco, tras tres derrotas seguidas, se va perfilando como un posible rival en la pelea por la permanencia. El nombre del nuevo perfil, Andrés García, un joven técnico llegado desde el fútbol sueco al que se consideraba propietario de un libreto que no surtió el efecto deseado. Debut con empate en casa ante el Cornellá, doloroso derrota por cómo se produjo en Fuenlabrada, triunfo balsámico ante el Real Unión, victoria en Teruel y decisión unilateral del club tras la derrota del equipo en casa ante el Nástic.

FOTO: SDL

El 0-2 ante un candidato al playoff fue el final del técnico, que vio como Juanma Barroso decidía reunir a las familias de los jugadores de la plantilla en el vestuario de Las Gaunas minutos antes de iniciarse este partido ante el conjunto catalán para motivar a los futbolistas. El resultado fue que el Nástic marcó a los cuatro minutos y Andrés García escribía su corto relato en el club blanquirrojo.

Por delante, una larga Navidad para elegir al nuevo inquilino del banquillo riojano que se topa con varias fronteras insalvables para sus antecesores: no puede perder cuatro partido seguidos, como le ocurrió a Jordi Fabregat, ni tampoco puede ceder cinco derrotas en nueve jornadas pese haber superado a rivales directos por la permanencia como el Teruel o el Tarazona y un empate ante el Cornellá como rubricó Andrés García.

Pero Larrazabal, mermado por la solicitud de salida de Toni García, finalmente aceptada -uno de los mejores hasta este momento-, y por la presencia de Jannick Buyla en la Copa de África -firmado a petición de Andrés García tras dar la baja vía BuroSMS a Edu Martínez-, ha empezado con mal pie, con dos derrotas consecutivas con sendas goleadas para acabar esta primera vuelta en zona de descenso.

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Así se encuentra un equipo en el que su capitán, Jaime Paredes, tuvo en Tajonar un altercado con un aficionado blanquirrojo que requirió de dos comunicados del propio futbolista, sin el membrete del club, para explicar lo que había sucedido y pedir disculpas finalmente. Situación al calor siempre de los malos resultados de una entidad que este verano se vio obligado a pasar página a lo que fueron dos temporadas exitosas con Raúl Llona al frente del primer equipo -ahora en la Cultural- y respaldado en los despachos por Miguel Chocarro -ahora en el San Ferando-.

La imposibilidad de retener el talento, pese a que Juanma Barroso anunciara durante su presentación entre siete u ocho renovaciones que finalmente no se produjeron, lastran deportivamente a una entidad que sigue sondeando el mercado para reforzar una plantilla que no acaba de solventar sobre el terreno de juego su endeblez defensiva. Para muestra, lo acontecido el pasado domingo en Las Gaunas, cuando el equipo había cedido goles y todavía no se había llegado al minuto cinco de partido.

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