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Comodidad, funcionalidad y estilo: Florentino viste al hombre por Navidad

Llega la Navidad y con ella, los regalos. Situación en la que a veces nuestra mente se ponen en blanco y en nuestra cabeza solo oímos una y otra vez: ‘Si es que tiene de todo, ¿qué le compro?’. Ofertas aquí y allá, variedad de productos… pero hay detalles que no pueden faltar a los pies del árbol y uno de ellos es la ropa. Si no que se lo pregunten a Florentino.

La marca gallega, asentada ya en Logroño (calle Doctores Castroviejo, 17), acaba de cumplir sesenta años. Seis décadas en la que la minuciosa preocupación por la calidad ha estado presente en cada hilván, en cada puntada, y en cada patrón. Y es que a día de hoy, desde Lalín, un pueblo gallego de 20.000 habitantes, se producen más de un millón de prendas al año distribuidas por 54 tiendas propias en todo el mundo.

Desde la tienda logroñesa demuestran cada día que la moda masculina sport, casual o de ceremonia y sastrería no está reñida con la calidad y el buen precio. Aunque también hay prendas para los más jóvenes, los clientes que más cruzan la puerta de la tienda son los hombres de 35 en adelante que buscan comodidad, practicidad e incluso los trajes y abrigos a medida por los que Florentino es conocido. De hecho, “somos de los únicos en Logroño que seguimos haciendo trajes a medida”.

Con la Navidad a la vuelta de la esquina regalar ropa sigue siendo una de las opciones más elegidas, y es que “a todos nos gusta ser coquetos y cuando te regalan una buena prenda se agradece”, explican desde la tienda. Una elección que se antoja más fácil gracias a la base de datos de la que dispone Florentino. “Cada vez que llega un cliente se le hace una ficha con sus datos y los artículos que se ha llevado. De esta forma sabemos de qué persona se trata, sus gustos, su talla… y eso facilita mucho las compras posteriores”.

Con tallas que van desde la 40 hasta la 60 y con patrones excepcionales que se adaptan bien a todos los cuerpos, “la gente, a la hora de regalar, sigue buscando mucho hacer el conjunto. Combinar una camisa con un fular, un jersey con un pantalón…”. La tienda cuenta con varias colecciones en varios colores. Más concretamente seis colecciones con más de treinta prendas cada una que conjuntan entre sí dando mucho juego. Una amplia gama de moda para todos los gustos.

Las prendas estrellas siguen siendo la camisa, quizás por sus detalles, y los pantalones Florentino, que han alcanzado mucha fama gracias al corte que tienen. Las primeras van bordadas con el logo y cuentan con los puños decorados con otra tela contraste, al igual que en los cuellos, “una ventaja para los hombres que con la barba tanto los desgastan. De esta forma, con la doble tela quedan mucho más protegidos y modernos”.

Pese a sus años de experiencia, y seguramente por ello, Florentino no escapa de las modas y tendencias, pero siempre dentro de su propio estilo y patronaje. “Ahora es mucho más práctico todo por el estilo de vida que llevamos, pero eso en ningún caso resta calidad a nuestras prendas”.

Y es que la comodidad es uno de los pilares fundamentales para esta marca gallega que en invierno, por ejemplo, utiliza para sus pantalones tejidos gruesos a los que se les añade una fibra de eslatano para que se adapten mejor al cuerpo y tengan mayor elasticidad. Florentino cuenta con variedad de modelos, desde los ‘chinos’ de siempre como cinco bolsillos o vaqueros hasta los modelos más clásicos de sastrería. Todos con tejidos modernos, actuales y con pequeños estampados o lisos.

Un estilo propio el de Florentino que se completa con una gran variedad de accesorios como zapatos, fulares que destacan por su colorido y la mezcla de lana y viscosa, calcetines, gorros, ropa interior e incluso su propio perfume. “El hombre puede entrar a la tienda y salir equipado de la cabeza a los pies, y todo de manera funcional y con estilo”.

Todo siempre gracias a un cuidado y exquisito trato especializado que sorprende gratamente a los clientes. Un asesoramiento personalizado que guía al comprador hacia una adquisición segura tanto par él como para la persona que va a recibir el regalo.

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