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La UD Logroñés pone al Valencia en un aprieto insuficiente

FOTO: Edu del Campo

La UD Logroñés ha caído ante el Valencia en la primera ronda de Copa del Rey (0-2), en un partido donde los blanquirrojos han plantado cara a un equipo de élite. Un tanto de Gozálbez ha adelantado a los chés, que han sentenciado el cruce con un gol de Diego López en el 88’. Mucho más no se les puede pedir a los riojanos, que han acabado con la gasolina muy justa, vacíos y conscientes de habérselo dejado todo en el verde.

A las ocho de la tarde, ha comenzado un sueño para los de Diego Martínez y sus once guerreros. Daza ha ocupado la portería; Beñat, Titi, Liza e Iñaki se han situado en defensa; Sarriegi-Capde en la medular; Unai García, Javi Cobo y Seguín en línea de tres. Arriba, Ander Vitoria. En las gradas, ambiente de Primera con más de media entrada y cánticos compartidos entre ambas aficiones: “¡Lim, canalla; fuera de Mestalla!”.

Ya al minuto, los visitantes han avisado con un disparo de Hugo González a bocajarro, salvado por una gran mano de Daza. Muy intensos, los visitantes han aplicado intensidad para compensar las tres categorías de diferencia. Un mundo que, a veces, se reduce en la Copa. Pese al susto inicial, los riojanos han intentado hacerse con la pelota y ser verticales. Por el perfil diestro, un eléctrico Unai García ha hecho las delicias de los aficionados. También Seguín, después de irse en velocidad y disparar algo desviado.

Corrían los minutos y la UD Logroñés se lo ha creído cada vez más. Estaba siendo mejor que un histórico del fútbol nacional, incluso sin pasar apuros en la primera media hora. Eso sí, el partido era de desgaste y Titi ha caído al terreno de juego, dolorido en la cara. Pero después de un parón considerable, ha podido seguir. Tras ese susto, los blanquirrojos han seguido creyéndoselo. Capde ha probado a Domenech desde lejos y después, Iñaki ha rematado de volea en el segundo palo. No se ha ido tan lejos de la portería del Fondo Norte.

Las sensaciones eran muy buenas, pero enfrente seguía un Primera. Dormido, sí, pero un Primera. Y lo iba a demostrar. Primero, Canós ha rematado a la madera y poco después, Gonzálbez ha adelantado a los valencianistas. Jugada muy embarullada, donde el ‘27’ ha conseguido armar la pierna. Imparable para colocar el 0-1 justo antes del descanso.

El perder por la mínima no ha desalentado a unos visitantes que se lo han creído hasta el final, hasta que el Valencia. Jony y Enzo al campo como revulsivos y a la carga, con el Fondo Sur como telón de fondo. Los locales debían tomar riesgos y eso tenía sus contrapartidas. Los visitantes han perdonado por dos ocasiones, una de ellas sacada por un defensa blanquirrojo de forma providencial. Mientras solo hubiera un gol de ventaja en el luminoso, había esperanza. A los locales solo les faltaban las ocasiones para meter miedo de verdad.

Diego Martínez no perdía la fe y ha metido también a Urtzi Urcelay. Su objetivo, manejar más el balón y construir situaciones hacia el empate. Cierto que cada vez quedaba menos, ya solo un cuarto de hora para el final. A la UD Logroñés no le ha quedado otra que quemar sus naves, con Goti y Yurrebaso. No había más tutía que apretar y dejarse la vida para buscar la prórroga. Un tiempo suplementario ante un equipo que un día jugó una final de Champions. Hubieran sido palabras mayores, pero no ha podido ser.

El Valencia no ha estado cómodo, pero sí ha sabido gestionar el último tramo. Fútbol más lento, pérdidas de tiempo constantes y a aguantar como pudiera. Los riojanos, ya en el último empuje, sí se han acercado al área rival. Pero de ahí a crear verdadero peligro, media un mundo. Ese universo que separa la Primera División de la Segunda Federación se nota en esos detalles. Diego López, a dos del tiempo añadido, ha marcado el 0-2 y sentenciado la eliminatoria. Honor a los guerreros por la batalla y a no olvidar que la verdadera guerra es el ascenso a Primera Federación. Próxima parada: Barakaldo (domingo 17:00)

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