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Lamentable pelea entre juveniles: “Prefiero romperme un cruzado a volver a vivirlo”

Nuevo episodio deleznable de violencia en el fútbol riojano. El Autol-Pradejón, de Juvenil Nacional (sub-19), desembocó en una lamentable trifulca entre jugadores de ambos equipos y algunos aficionados sobre el césped de La Manzanera. Así lo recoge el acta arbitral, a la que ha tenido acceso NueveCuatroUno: “Una vez finalizado el partido, se formó una trifulca multitudinaria entre técnicos y jugadores de ambos equipos; comportándose de forma muy violenta, encarándose y agrediéndose física y verbalmente y de forma mutua”. Por si fuera poco, el colegiado indica que “cierto público se sumó a la tangana”. Por tanto, el equipo arbitral abandonó el terreno de juego durante la pelea y “no pudo identificar ninguna infracción, ya que temíamos por nuestra integridad física”.

“Tuvimos que salir del terreno de juego para evitar una agresión hacia nuestra parte”, explica el trencilla. “Desde el CD Autol, se nos facilitó el acceso al vestuario mediante la figura de un directivo, se identificó como el secretario del club (Kike Frías); que se personó ante nosotros y que veló por nuestra seguridad hasta que abandonamos las instalaciones”, explican desde el órgano arbitral.

Dicha tangana tuvo su raíz en un final del partido con dos expulsiones contra el Pradejón. La primera, en el minuto 89, por un codazo en la cabeza. La segunda fue la que prendió la mecha y ocurrió ya finalizado el partido. Según explica el propio árbitro, “por realizar un gesto provocativo insultante dirigido hacia el banquillo adversario (del Autol), llevándose sus manos hacia sus genitales en repetidas ocasiones y realizando un gesto con su dedo índice de su mano derecha hacia su boca, en señal de “silencio”. Según la explicación, esa actuación generó la tangana.

El acta todavía reflejó más incidencias, todas ellas ocurridas después del encuentro. En el escrito del árbitro, se reflejan diversos hechos protagonizados por jugadores del Pradejón. Uno de ellos insultó al equipo arbitral en el túnel de vestuarios: “Me c… en vuestros p… muertos, árbitros”; otro les menospreció: “qué malos sois” y otro “aplaudió de forma irónica”. Por último, otro futbolista acudió al vestuario arbitral para denunciar “una herida en la parte derecha de su cuello”, afirmando que fue provocada por la agresión de un “adversario” en dicha trifulca entre ambos equipos.

Por último y durante el transcurso del encuentro, un espectador del Pradejón tuvo que ser identificado por proferir “insultos hacia los colegiados, jugadores y el cuerpo técnico adversario”. Todo esto, en un encuentro de juveniles de una jornada de liga cualquiera.

Injustificable, más teniendo en cuenta la gran relación que reina entre ambas entidades y sus directivas, que de hecho celebraron un derbi el pasado domingo. Según explica Kike Frías, secretario del Autol, las directivas no tienen nada que ver: “La relación entre las dos entidades es fantástica y las directivas no tenemos nada que ver con esto. Ambos clubes sacaremos a las manzanas podridas”. Una pena que unos pocos manchen los valores del deporte.

Una imagen que causa vergüenza

Una concatenación de hechos lamentables que ha tenido su reacción. David Martínez, entrenador del Autol de Juvenil Nacional, denunció lo ocurrido en la red social X (antes Twitter): “Fue lamentable la imagen que se dio. Un partido de fútbol no puede acabar con agresiones, violencia e insultos, tanto de jugadores como aficionados, que entraron al campo simplemente a prepararla. Me vi sobrepasado en todo momento, impotente y sin posibilidad de reacción. Por suerte, pude ayudar a la gente del Pradejón, jugadores y cuerpo técnico a que llegarían al vestuario”.

“Pido perdón por la imagen ofrecida y toda la afición y pertenecientes a la familia del Pradejón. Por culpa de cinco subnormales a los que solo les gusta prepararla y buscar violencia, como forma de creerse más hombres o chulos. Como entrenador habrá consecuencias en mi equipo. Iré a la guerra con los que realmente quieren estar y lo sacaremos con 14 jugadores si hace falta. Perdón de corazón por la imagen que se dio, que forma de ensuciar este hermoso deporte que tantos amigos me ha dado dentro del terreno de juego”, terminó su explicación.

Preguntado por este medio, el técnico ha lamentado los hechos: “Condeno todo tipo de violencia, verbal y física. Prefiero romperme un cruzado y estar ocho meses fuera con rehabilitación, que vivir lo que viví en un campo de fútbol. Me parece muy feo que la gente se pegue en un campo de fútbol. Denuncié que todo tipo de violencia me parece fea, no debería ni existir. Tanta gente ahí, en un partido de juveniles que no iba a ninguna parte, no veo normal dar la imagen que dimos. Es lamentable que se acaben pegando, la sociedad ha avanzado y a la mínima que pase, se tiene que cortar el partido. Me vi muy agobiado, intentando separar a la gente. No solo yo, sino mucha gente y eso no es del agrado de nadie”.

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