El Varea ha caído con la cabeza muy alta ante el Levante (0-3), en la primera ronda de Copa del Rey. Hasta 51 minutos han tenido que esperar los granotas para adelantarse en Las Gaunas. Y después, han hecho otros dos más. Noche histórica para unos locales que, pese a no jugar en su campo; han dejado su pabellón bien alto. Los riojanos han competido durante una hora de juego ante un gran equipo de la Liga Hypermotion, candidato al ascenso a Primera. Objetivo cumplido de cara a lo importante: la liga. Después de cambiar tantas piezas en verano, el conjunto de la barriada ya empieza a carburar.
Era el partido de sus vidas para los jugadores arlequinados. Pese a estar tres categorías por debajo de su rival, han salido a por todas. Acompañados por más de mil aficionados en las gradas del Municipal, muchos de ellos, niños de la cantera que han podido entrar gratis; el cuadro de Adrián Gallego ha salido arriba ante el quinto clasificado de Segunda División. Antes de los cinco minutos, ya ha forzado un córner y ha disparado a puerta. Difícil salir mejor, incluso con presión arriba y llegadas con cierto peligro. Hasta el punto de poner el ‘uy’ en las gargantas de unos jóvenes hinchas apasionados. Ver a Rubén Pérez en el área del Levante, aunque escorado, sorprende. Otra cosa es que tuviera muchas opciones de definición.
FOTO: Eduardo del Campo
Más allá del resultado, diez de los once protagonistas locales no olvidarán esta noche de Halloween. Daniel Encinas ha defendido la portería; Lazcano, Álvaro, Guille Esteban y Manero en defensa; Chemi, Juan José Gómez, Cabrera, Benito y Adrián Gómez han ocupado el centro del campo y arriba se ha situado Rubén Pérez, el killer del fútbol modesto. No tendrá tan buen recuerdo el central Guille Esteban, lesionado y sustituido por Londoño a mediados de la primera mitad.
Pasado ese primer impulso inicial, los valencianos se han puesto a la faena. Vista la diferencia entre los dos equipos, la lluvia de ocasiones sobre Encinas se daba por descontada. El guardameta le ha sacado un gran remate a Iván Romero, mientras que Roger Brugué ha mandado el balón al palo. También la ha tenido Róber Ibáñez, el estilete de los visitantes. Sin embargo, el reloj ha sobrepasado la media hora y el 0-0 ha mantenido. Gracias a mantener la concentración, los arlequinados han aguantado el asedio interminable de las ranas de Orriols. La zaga local, con Manero a la cabeza, ha realizado un extraordinario trabajo. Un frontón de despejes para, después de que Brugué perdonara un mano a mano, llegar con el resultado inicial al descanso.
FOTO: Eduardo del Campo
Y nada más arrancar la segunda parte, Cabrera se ha inventado un zambombazo según venía y Joan Femenías ha salvado el 1-0. Una parada de gran mérito, a centímetros de dar la auténtica campanada. No se le podía pedir más a un equipo humilde, que ha aguantado sin recibir un gol hasta el minuto 51. En ese momento, Carlos Álvarez ha mostrado su talento con una enorme vaselina. El más bajito del césped ha puesto la magia. Una vez abierta la lata, ya ha sido mucho más fácil para los valencianos. En una contra muy rápida, Róber Ibáñez ha hecho el segundo y por tanto, la sentencia. Todavía hubo tiempo para que Dani Gómez hiciera el definitivo 0-3.
A pesar de recibir los tantos, el Varea nunca se ha descompuesto. Su entrenador Adrián Gallego, ha dado minutos a varios hombres de refresco. Rico ha entrado en el descanso; Juan Herreros e Iker Landín poco después y por último, Borja García. Hubiera sido la guinda un gol de los riojanos y no ha estado tan lejos, con varios remates de cabeza en el tramo final. Aún así, una noche para el recuerdo donde los más pequeños, tras el pitido final; han podido ver de bien cerca a jugadores profesionales.
