Educación

La vuelta al cole más emotiva: Huércanos, un estreno entre recuerdos del lodo

Los coles de toda la región están este jueves de estreno. Batas, estuches, libros, alguna que otra lágrima y muchos reencuentros. Pero si un centro en La Rioja presume de estreno total es el de Huércanos. El colegio tuvo que terminar forzosamente las clases dos días antes a consecuencia de las inundaciones que asolaron la zona, dejando un escenario plagado de lodo y destrozos.

Nueve de la mañana. En la puerta del cole, despedidas y reencuentros. Los padres dicen adiós a los pequeños que han entrado, con excepciones muy contadas, encantados de la vida. Mochilas a la espalda, bata puesta y energías renovadas después de un verano de chanclas, bañador y piscina.

No ha sido un inicio de curso fácil para los profes que terminaban el curso pasado escoba en mano y lo han empezado de la misma forma. “Cuando llegamos el 1 de septiembre aún quedaba mucho por hacer, así que todos nos hemos remangado para poder empezar el mismo día que el resto de los coles de La Rioja”. Han sido días de desembalar, colocar, seguir limpiando muebles después de las obras… Un inicio de curso a contrarreloj para que los 72 niños que asisten al cole pudiesen hacerlo en las mejores condiciones. Objetivo conseguido: las aulas relucen y los pequeños retoman su actividad habitual.

La directora del CRA Cuenca del Najerilla, Begoña Gallarta, no tiene más que palabras de agradecimiento y de recuerdo a esos complicados días de junio. “Las tres clases de la planta baja quedaron destrozadas y hoy estrenamos todo: material didáctico, juguetes, suelos, armarios, pizarras…”. Este jueves la imagen es totalmente distinta. Suelos nuevos, nuevas colchonetas, todo recién pintado. Imposible imaginar las escenas que dejaron las torrenciales lluvias y el lodo.

Algunos restos de polvo que siguen saliendo por mucho que se pase la escoba y la fregona permiten intuir la magnitud de lo que vivieron hace apenas unos meses y el paso de las obras que se han tenido que ejecutar. “Fue horroroso ver cómo habían quedado las clases; daban ganas de llorar pero el Gobierno regional ha estado a la altura para poder renovarlo todo”.

Sin ser conscientes de lo que se vivió hace unos meses, los pequeños han comenzado el curso con total normalidad y con todas las instalaciones reformadas. Una cocinita donde hacer un huevo frito y “unas patatas a la riojana”, piezas de construcciones, unos coches de brillantes colores son las estrellas del primer día de curso entre los más chiquitines del centro cuyas clases fueron las más afectadas.

Algún pequeño pregunta por su mamá hasta que ve un puzzle que llama su atención. Un inicio de curso como tantos otros pero que es diferente porque aún está muy presente el recuerdo imborrable de las inundaciones. Para ellos y para el resto del municipio. “Ahora a disfrutar del curso y esperar que algo como lo que vivimos el curso pasado no vuelva a ocurrir”, asegura la directora de un centro que ha cambiado el marrón del barro por los llamativos colores que tanto atrae a los pequeños.

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