Sucesos

Dos meses del crimen de Cuzcurrita: en busca del asesino de Guillermo

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

Cuzcurrita del Río Tirón sigue llorando en silencio la ausencia de uno de sus vecinos más queridos, Guillermo Castillo. Este domingo se cumplen dos meses exactos de uno de los amaneceres más duros en esta tranquila localidad riojana, que no ha vuelto a ser la misma desde el fatídico 2 de mayo, cuando el cadáver del hostelero -de 78 años y propietario de la popular Bodega Guillermo- apareció encerrado bajo llave en una despensa de su vivienda con múltiples cuchilladas.

Desde ese mismo momento, la Guardia Civil puso en marcha una silenciosa investigación que, dos meses después, continúa en desarrollo bajo secreto de sumario. Los agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial y del Laboratorio de Criminalística de La Rioja siguen examinando al detalle cada una de las evidencias que reunieron durante los días siguientes a la comisión del crimen.

El robo es la principal hipótesis que barajan los investigadores, que avanzan en sus pesquisas bajo una absoluta discreción. Una postura que comprenden el medio millar de vecinos de la localidad, aunque no pasan por alto que el asesino (o los asesinos) de Guillermo sigue en la calle.

Los precedentes demuestran que la ausencia de noticias en torno a un caso no está reñida con su avance. Y como muestra, cabe remontarse al violento asesinato de Pedro José Sáez Alfaro en 2020. Tras una compleja investigación que se prolongó durante dos años, la Policía dio con los autores del crimen, que en próximas fechas se sentarán en el banquillo de los acusados.

Las claves para la resolución de homicidios de esta naturaleza pasan inexorablemente por analizar exhaustivamente todas las pruebas reunidas en la escena del crimen y aguardar pacientemente a que el autor o los autores den un paso en falso. Y en esas anda la Guardia Civil, mientras el ambiente continúa viciado en Cuzcurrita por la circulación de rumores -no confirmados por la investigación- que apuntan a que el asesino podría ser una persona que gozaba de la confianza de Guillermo, al no encontrarse forzada la puerta de su vivienda.

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

“Dicen que hay muchas huellas, pero es que en esa casa entraba mucha gente, entre trabajadores y conocidos”, señalaban los vecinos del municipio dos días después del hallazgo del cadáver. “Mi teoría es que fueron a robarle y se les fue de las manos, posiblemente porque los conocía”, apunta otro conocido de Guillermo.

Un vecino “muy querido”

Mientras la investigación avanza su curso, Cuzcurrita espera que se haga justicia con Guillermo Castillo, una personalidad que no pasaba desapercibida en el municipio. En su bodega, amenizaba las comidas con canciones y dichos populares, un reclamo que, junto a su mítico “aquí no se bebe agua, solo vino y café de puchero”, llevaba cada fin de semana a su establecimiento a decenas de visitantes llegados de La Rioja y las provincias limítrofes.

“Era un vecino de toda la vida y muy querido”, asegura el alcalde, Román Urrecho, quien apunta que desde hace dos meses la localidad vive “conmovida y consternada” por el macabro suceso. “Guillermo fue un gran emprendedor toda la vida. Descendía de una familia muy humilde y consiguió su restaurante con su esfuerzo”.

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

Sobre los rumores, el alcalde ya advertía diez días después del crimen que “provocan mucho miedo, sobre todo en la gente mayor, que está muy preocupada, porque en este pueblo nunca han pasado estas cosas”.

Mientras tanto, la hija del fallecido, Yolanda Castillo, se muestra consciente de que las investigaciones se encuentran bajo secreto sumarial, pero no oculta que “yo necesito que esto se resuelva cuanto antes y ojalá encuentren a quienes lo hicieron”. Esa es la prioridad para la Guardia Civil, aunque en algunos crímenes la paciencia es clave para dar los pasos adecuados hacia su resolución.

Subir