Gastronomía

Patatas bravas: ‘La historia de una rivalidad que perdura’ (I)

El asunto que concierne esta semana en ‘La Rioja a la Mesa’ es de los que genera pellizco, de esos temas tan trascendentes que pueden romper una familia hasta entonces bien avenida. Y es que son muchas las corrientes de opinión sobre una de las recetas más patrias. Las patatas bravas. Cuidado con esto. Porque hasta la ONU, la mismísima ONU, que se gastó importantes recursos económicos para hacer una radiografía de la patata en el mundo, llegó a la conclusión de que las patatas bravas son de España. Y es lo único que tenemos claro. El origen de las patatas bravas es español. Surgieron en dos bares de Madrid, en los años sesenta. Aseguran que prácticamente al mismo tiempo. En Casa Pellico, en la calle Toledo. Y en La Casona, en la calle Echegaray. Los dos han cerrado, pero aún se recuerdan las largas colas para probar esa nueva receta que estaba causando sensación.

Pronto, sin puente aéreo, esta receta llegó hasta Barcelona, que ahora discute el origen de las mismas a la capital del Reino. Y todo por la salsa. Como en todo, el secreto está en la salsa. Aunque en esto de las bravas se discute incluso hasta cómo deben ir las patatas: pueden ser fritas, cocidas o al horno. Las bravas, la receta más popular es la que más espacio genera para el debate. Quizás por eso sea tan popular. Porque cada uno las prepara como considera mejor y la clientela siempre responde.

Porque en La Rioja, las bravas habitualmente van con salsa de tomate y mayonesa, y hay quien incomprensiblemente apuesta por bravas sin picante. Debería ser un error, pero es tan popular que resulta que hay clientes que piden bravas sin picar, sosas… Y la hostelería es la capacidad para adaptarse a cualquier situación. Cada bar se hace un espacio por la salsa que le pone a las bravas. Lo suyo sería hacerlas como las originales, que arrancaban siempre en un caldo. Se añadía pimentón picante, un poco de harina, y se dejaba engordar para después rociar esta salsa sobre las patatas.

La intervención de los catalanes posibilitó que fuera normal ver patatas bravas con salsa alioli y algo de tomate frito. Y de ahí a que fueran llegando a cada bar de nuestro país como receta ideal para cuadrar un vermut en familia. En La Rioja los bares trabajan las patatas bravas. En su mayoría apuestan por la salsa de tomate, la mayonesa y algo de picante. En La Rioja resulta complicado ver esa salsa brava creada a partir de un buen caldo con pimentón picante. Esta semana, en ‘La Rioja a la Mesa’ queremos conocer qué bares de La Rioja preparan unas patatas bravas ricas. Ya conocemos el origen de esta receta, pero ahora queremos saber qué bares debemos visitar durante este verano para disfrutar en familia de esta tapa o ración tan habitual. Haznos llegar tus lugares favoritos en el email [email protected] y en el número de Whatsapp +34 602 262 881.

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